El astillero Borealis es la punta del iceberg. Según el ministro de Justicia Van Quickenborne, 23.000 personas están siendo explotadas en nuestro país. “Un aumento de diez veces en unos pocos años. La gente siempre está buscando trabajadores más baratos”, dice el abogado Jan Buelens, que defiende a las víctimas. “Cuanto más te hundes en esas redes, más te acercas a los circuitos criminales”.
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