El miércoles pasado, un día después del día más caluroso registrado en el Reino Unido, partes de la capital británica, Londres, escaparon por poco de un apagón. Solo se pudo proporcionar suficiente energía gracias al cable submarino Nemo a nuestro país. Así lo informa la agencia de noticias financieras Bloomberg. Los británicos tuvieron que pagar un precio récord de 9.724,54 libras por megavatio hora por esa electricidad, un 5.000 por ciento más que en un día normal.
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