Este no es el momento de salir del país sin guía


La premisa es que tengo una especie de renuencia instintiva a las apelaciones y peticiones. Lo mismo comparten al menos una parte de los firmantes del documento publicado hoy en Il Sole 24 Ore. Sin embargo, toda regla tiene excepciones. La confirmación es la iniciativa que hemos tomado porque, como muestra el texto del llamamiento, las condiciones son ahora mismo para una tormenta perfecta. Por eso, a pesar de ser la piedra angular de la democracia, no es el momento de dejar el país sin guía y lidiando con una campaña electoral extraordinariamente divisiva. Eso significa tener un nuevo gobierno no antes, en el mejor de los casos, a mediados de noviembre, comprometiendo la maniobra de fin de año y con el riesgo de entrar en ejercicio provisional.

En los últimos días, desde el mundo de los negocios, las finanzas y las profesiones ha sido generalizado el levantamiento de escudos ante la caída anticipada del gobierno de Draghi. La confirmación es que en pocas horas el número de suscriptores al llamamiento fue impresionante en cantidad y calidad (son más de 250 firmantes).

Por otro lado, las emergencias del país también son generales y específicas: desde la sequía, que está comprometiendo parte de los cultivos, hasta la ley europea de etiquetas alimentarias, contra la que, como Italia, luchamos en Bruselas. No podemos darnos el lujo de dejar el país en desorden. Ciertamente no es factible que mañana sigamos adelante fingiendo que no ha pasado nada. Entonces no se trata de ir a una reedición del gobierno de unidad nacional, sino de darle un mandato a Draghi para que aborde cuatro, cinco puntos esenciales, evitando problemas peores. Partiendo de la necesidad de proceder con las inversiones previstas por el PNR.



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