Nancy Pelosi planea visitar Taiwán el próximo mes para mostrar su apoyo a Taipei, ya que se encuentra bajo la creciente presión de China, en lo que sería la primera visita de un presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU. al país en 25 años.
Seis personas familiarizadas con la situación dijeron que Pelosi llevaría una delegación a Taiwán en agosto. La legisladora de California de 82 años canceló una visita anterior en abril después de que se contagió de covid-19.
Pelosi sería la legisladora estadounidense de mayor rango en visitar la isla desde que uno de sus predecesores como presidente, el republicano Newt Gingrich, viajó allí en 1997.
Su visita se producirá en momentos en que las relaciones entre Estados Unidos y China siguen sumidas en su peor estado desde que los países normalizaron las relaciones diplomáticas en 1979 y Washington cambió el reconocimiento diplomático de Taipei a Beijing.
En abril, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo que una visita de Pelosi sería una “provocación maliciosa”. La noticia del viaje llega cuando el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, se preparan para celebrar una reunión en línea en las próximas semanas.
Tres personas familiarizadas con la situación dijeron que la Casa Blanca había expresado su preocupación por el viaje. El momento es delicado para China porque llegará el mismo mes que el 1 de agosto, aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación.
El tema también es delicado para Beijing porque el Partido Comunista Chino celebrará su 20º congreso a finales de este año, una reunión en la que se espera que Xi obtenga un tercer mandato sin precedentes como líder.
Bonnie Glaser, experta en Taiwán del German Marshall Fund, dijo que Beijing se había vuelto “hipersensible” sobre el Congreso, que ha presentado una cantidad “sin precedentes” de proyectos de ley contra China en los últimos años.
“China se ha convencido de que el Congreso y el poder ejecutivo se están confabulando para contener su ascenso”, dijo Glaser. “Dado que la presidenta Pelosi es demócrata y del mismo partido que el presidente Biden, su viaje se interpreta como parte de una estrategia de usar a Taiwán como una carta contra China y brindar apoyo oficial a la independencia de Taiwán”.
Si bien EE. UU. y China están en desacuerdo sobre muchos temas, Taiwán se ha convertido en una de las áreas de conflicto más serias desde que Biden asumió el cargo. El ejército chino ha enviado un número cada vez mayor de aviones de combate y bombarderos a la “zona de identificación de defensa aérea” de Taiwán, aumentando las tensiones en el Estrecho de Taiwán.
Hablando en el foro de defensa de Shangri-La en Singapur en junio, el ministro de defensa chino, Wei Fenghe, dijo que su ejército “aplastaría” cualquier intento de Taiwán de independizarse y advirtió a Estados Unidos que dejara de intentar contener a China. “Si alguien forzó una guerra contra China, el Ejército Popular de Liberación no retrocederá”, agregó Wei.
Dos personas familiarizadas con la situación dijeron que había divisiones en la administración estadounidense sobre si Pelosi debería visitar Taiwán. Algunos funcionarios creían que era más fácil justificar una visita en abril porque fue justo después del comienzo de la invasión de Ucrania. En febrero, Biden envió una delegación de alto nivel de exfuncionarios, incluido el presidente retirado del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., Michael Mullen, en un mensaje de apoyo a Taiwán.
Pelosi y su delegación visitarán Japón, Singapur, Indonesia y Malasia. Los legisladores también pasarán un tiempo en Hawái en la sede del comando del Indo-Pacífico de EE. UU. Una séptima persona familiarizada con la situación dijo que aún era posible que el viaje fracasara.
La oficina de Pelosi no confirmó si la presidenta estaba planeando una visita a Taiwán o a cualquier otro país de Asia. La Casa Blanca se negó a comentar sobre los planes de viaje del Congreso, mientras que la embajada china en Washington no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
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