“¿Hola Dybala? Soy Mourinho”. La llamada telefónica que ilumina las esperanzas de Roma

Antes del partido amistoso contra el Portimonense, el técnico portugués llamó a La Joya: el Inter habla con él desde hace tiempo, pero los giallorossi no pierden la esperanza…

Lo llamó directamente y ni siquiera es la primera vez que esto sucede. Hoy, sin embargo, antes de zambullirse en el tercer partido amistoso de su Roma (esta vez ante el Portimonense), José Mourinho tomó su celular y marcó directamente el número de Paulo Dybala. Una llamada telefónica amistosa, agradable para algunos sentidos, ciertamente útil para mantener un contacto cálido con el mediapunta argentino. Una llamada telefónica vivida con un tono muy confidencial, que además atestigua cómo la relación entre ambos es cálida y amistosa. Al fin y al cabo, Mourinho había llamado hace unos días al excentrocampista ofensivo de la Juventus y ayer decidió mostrarse resentido, continuando expresando su aprecio por el traje de Joya y el deseo de tenerlo con él en la temporada que está a punto de comenzar. En definitiva, Mourinho ha decidido salir al campo en primera persona para intentar desbloquear la situación, consciente de que el próximo 16 de julio uno de los jugadores más populares del mercado sigue ahí, libre, a la espera de conocer su futuro.

La situación

Por otro lado, es bien sabido que el técnico portugués desea a Dybala por encima de todo, a pesar de que las condiciones para finalmente traerlo a la Roma no son nada fáciles. De lo contrario. En Trigoria, de hecho, no pueden permitirse cobrar el sueldo que pide la joya argentina, que entre otras cosas tiene mucho más que una simple promesa con el Inter. La Roma teme un efecto dominó en otros jugadores y en otros contratos, aunque haya jugadores como Pellegrini y Abraham que con las bonificaciones ya alcanzan los 6 millones de euros de contratación. Pero la Roma, sin embargo, también sabe que si no cierra con el Inter, Dybala tendría pocas opciones en el horizonte y también podría decidir reducir sus pedidos y conformarse con algo menos, a cambio de un cuadro que le daría ganas. un rey absoluto. De hecho, en Roma, Dybala redescubriría de repente el amor, el entusiasmo y la pasión. Igual que le pasó a Mourinho, que en la llamada telefónica de ayer le recordó al argentino qué tipo de calidez es capaz de transmitir el cuadro romanista. En resumen, hasta que Dybala sea oficialmente propiedad de alguien más, Mourinho lo intentará hasta el final. También porque el propio Dybala garantizó al técnico portugués que posiblemente tuviera en cuenta a los giallorossi, si no había novedades definitivas con otros clubes (el Inter, de hecho) en los próximos días. Mou lo espera, la Roma está a la espera de entender qué pasará en los próximos días. ¿Impresiones? Ahora cualquier cosa realmente puede suceder.



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