La muerte de Maher al-Agal es definitivamente otro golpe para el EI. Según los informes, fue golpeado mientras conducía una motocicleta cerca de Jindayris (en el noroeste de Siria). Uno de sus compañeros más cercanos resultó gravemente herido.
“Esta operación fue precedida por una extensa planificación. La información inicial muestra que no ha habido víctimas civiles”, dijo en un comunicado. La organización terrorista, al igual que el movimiento guerrillero, trató de reorganizarse después de que gran parte de su territorio se perdiera.
A principios de febrero, comandos estadounidenses en la provincia siria de Idlib rodearon la casa del líder supremo del EI. Cuando Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurashi se dio cuenta de que estaba atrapado, se inmoló. El golpe no solo lo mató a él, sino también a varias mujeres y niños. Las fotos mostraron que todo el tercer piso del edificio en el pueblo de Atme había sido barrido.
Un mes después, Abu al-Hasan al-Hashimi al-Quraishi fue nombrado nuevo califa. Poco se sabe de él.