Italia demasiado amarga para una Georgia hambrienta: 28-19, la derrota que no hacía falta

En Batumi los “Lelos”, que disputan desde hace años la plaza de Italia en el Seis Naciones, juegan el partido de su vida y desgastan a los Azzurri, que empiezan mal (menos de 12-0), luego se recuperan pero al final pueden No soporto la presión. La refriega perdura a la larga, Niniashvili es una pesadilla y el poder de Menoncello no es suficiente

Una dura y merecida derrota. Fuegos artificiales explotan en Batumi, Georgia venció a Italia 28-19 en el partido que llevaba toda la vida esperando jugar en casa, para demostrar que ellos también merecen un espacio en el rugby que importa y que el Seis Naciones no debe ser un club cerrado. Nada cambiará pronto, pero el mensaje político es muy fuerte. Y también el técnico, porque ante un equipo ordenado, con una posesión fuerte, dos centrocampistas lineales y un solo gran talento -el extremo Niniashvili-, la joven Italia de Crowley resulta aún inmadura, carente de certezas -superioridad en la refriega, combate, defensa, efectividad en el aire – que hacen que un equipo sea verdaderamente de primer nivel. Los georgianos terminaron tres goles a uno, pero la victoria viene sobre todo de la pelea, de la solidez del plan de juego, de la capacidad de mantener la calma y no perder balones.

Primera mitad

El ambiente en Batumi es muy caliente, el público primero y los Lelos en el campo de inmediato dejan claro que Georgia es el partido de la vida. Italia inmediatamente arrebata un scrum, pero en el juego inmediatamente entiendes cuál será la estrategia de los anfitriones, quienes van a burlarse de la profundidad de la defensa azul con patadas altas. En vísperas del entrenador Crowley había admitido que la recogida de balones altos era uno de los puntos en los que más debía trabajar Italia y Lelos lo sabe muy bien. Se pierden dos posesiones de inicio, pero al 10′ el primer gol de los Lelos es valioso: una serie de pick and go dentro de los 22, el medio scrum Lobzhanidze inventa una deliciosa asistencia de pie para el extremo Todua que aplasta en el último córner. del in-goal disponible: 5-0 tras el control del Tmo. Cuatro minutos después, Niniashvili demuestra por qué a los 20 es un fenómeno: balón perdido de mala manera en el ruck de los azzurri, el portero del Lyon ve espacio mar adentro y realiza un sprint que se parece mucho al de Capuozzo contra Gales, y que crea el 4 contra 1 hasta el gol de Abzhandadze que aplasta en medio de los postes y transforma: 12-0. Arranca de pesadilla, al 17′ un velo de Capuozzo te hace temer al +17 pero sale el lugar de Abzhandadze. Menoncello se encarga de sacudir a los Azzurri: al 20′ el trocar azul encuentra un hueco en el tráfico, partiendo prácticamente desde parado absorbe la entrada del hooker Mamukashvili, elude a Mamukashvili y vuela sobre la línea para un gol de potencia y agilidad: 12-7 . Italia sigue teniendo grandes problemas en los balones altos, Niniashvili es un iradiddio, por suerte Lamaro le pone un trocito forzando una retenida. Ruzza es otro que se afirma en el juego por tierra ante los muy presentes Giorgians aun a costa de conceder alguna falta; en el 27′ roba un balón, en las evoluciones los Lelos usan las manos en el juego en el suelo y Allan puede colocar el 12-10. Al 30′ otra valiosa defensa de los blues dentro de los 22, tres minutos después una falta en el ruck de los georgianos lleva al 12-13 al fútbol. Pero puedes distraerte un momento, porque en el minuto 35 Niniashvili vuela tras otro balón recuperado, llega a pocos metros de la portería y en ese momento solo le faltan unos pasos a los georgianos para encontrar el paso, todavía con c , en una defensa azul que no se repone: 19-13. Italia se queda en el 14 por amarilla en Halafihi, en los minutos finales los azzurri tienen al menos dos ocasiones para marcar el gol que los devolvía al frente, pero primero el toque azul cruza la línea pero Lucchesi se mantiene alto, y luego tras una serie de percusiones rechazadas, el mismo Lucchesi es detenido en la salida por el lado cerrado del toque. Nos vamos al descanso con el 19-13 y con los georgianos celebrando el ataque rechazado como gol.

segunda mitad

En la segunda parte no cambia la trama táctica, pero Italia pierde minuto a minuto seguridad, serenidad, mientras que Georgia se cobra con el paso del tiempo. Capuozzo dispara una llamarada cuando pide una marca y luego enciende un contraataque desde 50 metros. Entra Paolo Garbisi, pero no vivirá su mejor día: el forzante azul en torno al 8′ se va fuera a toque perdido, y si un tiro ganado en cerrado le da a Allan 19-16, inmediatamente después del 15′ Abzhandadze vuelve a estirar (22- dieciséis). Un mal balón perdido por Paolo Garbisi dentro de los 22 en un pase de su hermano Alessandro hace que otra oportunidad se desvanezca, poco después Aprasidze toma el poste pero Italia se pone cada vez más nerviosa, los balones caen cada vez con más frecuencia. Y los georgianos se emocionan. Así a los 30′ Aprrasidze mete el tiro de +9 a los 30′ desde media cancha, y si Allan mete el balón en la portería que trae de vuelta bajo break (25-19 a los 33′), los Azzurri siguen perdiendo balones y ocasiones en ataque. -Padovani, un delantero ensangrentado de Alessandro Fusco- y con el desafío físico que cada vez está más del lado de los georgianos, con el scrum que no sabe avanzar en el maul y paga en candado, está claro que Italia no tener las armas para disparar el juego. Y así, antes de que Aprasidze falle el tiro en el estribo, lo pone Abzhandadze en el 38′. Allan termina 28-19, Georgia celebra. No era un juego como cualquier otro y no era un juego para perder. Una ducha helada, que tendrá que servir.



ttn-es-14