Toda novedad funciona: la brecha de 38 puntos con Verstappen está al alcance. Si los rojos no se rompen…
Los 38 puntos detrás de Max Verstappen son una montaña fácilmente escalable para Ferrari que se ha visto en las colinas de Zeltweg: más potente, estable, más rápido y más suave con los neumáticos Red Bull de Max Verstappen. Dos victorias en casa, aunque en diferentes situaciones y con diferentes pilotos, primero en Silverstone (a 22 km de Milton Keynes, sede del equipo) y luego precisamente en Austria, en el circuito propiedad de los bebedores, valen más que los 12 puntos recuperados de Charles Leclerc al líder del campeonato. Ferrari nunca ha dejado de creer en él, incluso en los días más oscuros como en Bakú. Y el objetivo inicial de este largo mes de julio (4 carreras en 5 semanas) sigue intacto: reducir, si no anular, la desventaja del campeón del mundo antes del parón veraniego. «Creemos en ello -explicó Mattia Binotto antes de regresar a Maranello- porque este auto no solo fue rápido en esta ocasión sino que ha demostrado que puede ganar en Silverstone y en las carreras anteriores en Mónaco, España, donde Leclerc lideraba con un ventaja significativa. Red Bull ha traído novedades en Gran Bretaña y nosotros también tenemos algo pero esto no ha cambiado la balanza, nos dividen unas décimas o incluso una sola. A favor de uno u otro en función de las características de la pista. De momento la victoria cuenta mucho para Leclerc porque en las últimas carreras ha tenido más de una oportunidad de ganar, este resultado era importante».