A pesar de una nueva capa de pintura, la Torre Eiffel debe ser revisada a fondo, según muestran los documentos filtrados. ¿Pueden los franceses aquí aprender algo de nosotros, les petits belges†
En 2008, para el 50 aniversario del Atomium, Bélgica completó una renovación completa de nuestro orgullo nacional, lo que resultó en nueve esferas brillantes. El monumento había perdido su gloria por un tiempo. Fue necesario un parche, pero el archivo permaneció. Encontrar dinero era el principal problema. “Típico belga”, dice Guy Vanhengel, ex ministro de Open Vld. “Todo el mundo está empoderado, pero nadie se siente responsable”.
Al igual que el Atomium, la Torre Eiffel fue básicamente una construcción temporal para la Exposición Universal. Cuando se completó la Torre de París en 1889, se esperaba que durara veinte años. Por lo tanto, no es de extrañar que ahora, más de 130 años después, se identifiquen defectos. De informes confidenciales filtrados a la revista francesa MarianneSin embargo, resultó que se identificaron no menos de 884 defectos, de los cuales 68 representan un riesgo para la durabilidad de la estructura. Según los expertos, solo hay una opción: desmantelar completamente la torre y volver a pintarla. Ahora apenas se abordará el 5 por ciento de la torre. Los restantes 245.000 metros cuadrados de hierro tendrán que esperar otros siete años, hasta la próxima ‘renovación’.
Para Sete, la empresa que supervisa la torre, cerrar la torre para renovarla no es una opción. Alrededor de 6 millones de personas visitan el pilar de hierro de 324 metros de altura cada año. Esto lo convierte en el cuarto lugar cultural más visitado de Francia, después de Disneyland, el Louvre y el Palacio de Versalles.
En el sitio web de la Torre Eiffel, Bertrand Lemoine, arquitecto, ingeniero e historiador, ofrece una visión más optimista del estado de la torre. Según él, con una nueva capa de pintura, la Torre Eiffel puede durar para siempre.
Una mano de pintura puede ser suficiente por el momento, sospecha Vanhengel. Pero la financiación también es un problema en París. El cierre forzoso por corona ya supuso una pérdida de ingresos de 52 millones de euros en 2020. Cuando sz Fransen vuelve a cerrar la casa para renovarla, vuelven a perder toneladas de dinero.
Como ministro de Finanzas y miembro del comité de Beliris, una organización que realiza proyectos de construcción, renovación y restauración, Vanhengel logró resolver el expediente simplemente negándose a aceptar algo sin que el Atomium se incluyera en el fondo de Beliris. Las renovaciones se completaron con motivo del 50 aniversario del monumento en 2008. Vanhengel confía en que los franceses encontrarán los fondos necesarios. “Si pueden restaurar Notre-Dame, deberían poder hacer lo mismo con la Torre Eiffel. Porque Francia no sería Francia sin su torre.”