Según los servicios de inteligencia, Rusia ha utilizado recientemente los llamados misiles antibuque en ataques terrestres, mientras que estos misiles están destinados a derribar barcos o embarcaciones. Esto indicaría que las existencias rusas de armas de precisión están disminuyendo.
Se cree que un misil antibuque KH-32 se usó en un ataque contra un centro comercial en la ciudad ucraniana de Kremenchuk el 27 de junio. Según los británicos, este misil «no está optimizado para alcanzar objetivos terrestres con precisión». Además, se cree que un ataque contra un edificio de apartamentos en Odessa el viernes utilizó un misil KH-22, que es aún más inexacto.
Los británicos brindan actualizaciones diarias sobre la situación en el frente en Ucrania. Rusia habla regularmente en contra de la información proporcionada por la inteligencia británica, describiendo las actualizaciones como «propaganda».