El zaguero de la selección dijo que no a la hipótesis de una venta y siempre se ha mostrado apegado a los colores nerazzurri: la afición lo quiere y poco a poco se postula como bandera del club para los próximos años.
El hashtag «Palos no se tocan» duró muy poco, lo justo para filtrar el rumor de que el defensa del Inter se habría opuesto a cualquier hipótesis de un futuro lejos del Milán. Y ese atisbo de protesta de la afición pronto se convirtió en una procesión de elogios hacia el joven de 23 años, de agradecimiento por su fidelidad y declaraciones de amor al dueño indiscutible del equipo de Simone Inzaghi.