Kerimov ya fue sancionado por Estados Unidos en 2018 por blanqueo de capitales y forma parte de la serie de oligarcas rusos contra los que una serie de países han impuesto sanciones tras la invasión rusa a Ucrania.
Pero Kerimov, según el Ministerio de Finanzas, parecía estar “usando una serie de complicadas estructuras legales y testaferros para ocultar sus intereses en Heritage Trust”. La empresa tiene su sede en Delaware, el estado natal del presidente estadounidense Joe Biden, que tiene una de las leyes fiscales más ventajosas del mundo.
La secretaria del Tesoro de EE. UU., Janet Yellen, acusó a la élite rusa de “esconderse detrás de intermediarios y construcciones legales complejas”. Prometió que su ministerio utilizará su autoridad para aplicar las sanciones dirigidas a “aquellos que financian y se benefician de la guerra de Rusia en Ucrania”.
Anteriormente, un superyate Kerimov, valorado en unos 300 millones de dólares, fue incautado en Fiji a pedido de Estados Unidos.