Gran Bretaña extenderá un paquete de cuotas y aranceles sobre las importaciones extranjeras de acero por dos años en un esfuerzo por proteger a las siderúrgicas nacionales, anunció la secretaria de comercio Anne-Marie Trevelyan.
Trevelyan admitió que la medida correría el riesgo de un desafío legal en la Organización Mundial del Comercio, que supervisa el comercio mundial, pero dijo que era esencial para proteger la industria siderúrgica de Gran Bretaña.
“Hemos llegado a la conclusión de que es de interés económico para el Reino Unido mantener las salvaguardas para reducir el riesgo de daños materiales si no se mantuvieran”, dijo a la Cámara de los Comunes.
El gobierno extenderá las tarifas de acero existentes, en gran parte en los países desarrollados y China, por dos años más. Al mismo tiempo, ampliará los límites de importación a otros países, en su mayoría en desarrollo, que anteriormente estaban exentos, para evitar una avalancha de importaciones de acero.
Trevelyan dijo que Ucrania no se incluiría en esa decisión para ayudar a su industria siderúrgica.
El Reino Unido heredó las medidas de “salvaguardia” en 2018 mientras formaba parte de la UE y desde entonces ha traspasado la mayoría de ellas.
Los límites, que se aplican a 15 categorías de acero, restringen cuánto puede exportar un país a Gran Bretaña antes de recibir un arancel del 25 por ciento.
Nick Thomas-Symonds, secretario de comercio en la sombra, acogió con satisfacción la decisión y dijo que brindaría un “alivio bienvenido” a la industria del acero, pero criticó al gobierno por no actuar más rápido.
Lord Christopher Geidt renunció este mes como asesor de ética de Boris Johnson citando su desaprobación del plan para violar el derecho internacional a través de las tarifas del acero.