Los agricultores se hicieron oír esta semana, su lucha contra la gran reducción de nitrógeno en el sector agrícola continuó sin cesar. Mientras tanto, Assen lucha por preservar los cuarteles y las instituciones de salud se preparan para una nueva lucha contra el coronavirus.
El lunes, el agricultor orgánico Peter Oosterhof de Foxwolde cuenta lo que cree que significarán para él los planes de nitrógeno del gobierno. Aunque todavía no hay planes concretos, el agricultor orgánico también teme por su supervivencia. Según Oosterhof, no es posible reducir las emisiones al 70 por ciento. “Sí, si mantengo aún menos vacas, pero entonces ya no puedo pagar mis cuentas.
El miércoles, miles de agricultores se hacen oír. También desde Drenthe se atrae una procesión de tractores a Stroe en Gelderland. En una reunión de protesta allí escuchan discursos. Los tractores causan problemas en las carreteras, pero se atascan en varios caminos de acceso a Stroe.
Entre tanto, el martes se presenta en Assen un plan de rescate del cuartel. El secretario de Estado Van der Maat quiere cerrar el cuartel de Johan Willem Friso, en parte debido a los altos costos de hacerlo más sostenible. A Assen emprendedor y otras organizaciones no les gusta eso. Quieren convertirlo en un lugar de entrenamiento para hacer edificios monumentales más sostenibles, y de esta manera también ofrecer buenas viviendas a los militares en Assen.
El coronavirus asoma la cabeza cada vez con más frecuencia, el número de infecciones confirmadas en los Países Bajos está aumentando y en aumento. No hay motivo de preocupación por el momento en las instituciones de salud de Drenthe. Sin embargo, existen preocupaciones a largo plazo. La presión sobre la atención médica sigue siendo alta y es difícil encontrar trabajadores de vacaciones que puedan ayudar.
Se han aprendido lecciones sobre corona en los últimos dos años. Las instituciones de salud trabajarán mejor juntas. Y hay un seguimiento constante para asegurar que las medidas preventivas se toman a tiempo. “Ahora estamos monitoreando semanalmente: ¿cuándo es el momento en que tenemos que comenzar a trabajar con cubrebocas, guantes y delantales nuevamente?”, dice el director de NNCZ, Roeli Mossel.
En Emmen el viernes había optimismo sobre el futuro. Se puso en funcionamiento el primer punto de llenado de hidrógeno para autobuses y camiones, el primer punto de acceso público en los Países Bajos. “Con 32 autobuses en Groningen y Drenthe, ahora tenemos la flota de hidrógeno más grande de los Países Bajos y podemos estar orgullosos de eso. La movilidad es el motor de la economía del hidrógeno. La compra fija es necesaria”, dice Michel van der Mark de Qbuzz.