El crecimiento de la actividad empresarial de la eurozona sufrió una fuerte desaceleración en junio, según una encuesta de empresas seguida de cerca, lo que intensificó las preocupaciones de que las consecuencias de la invasión de Ucrania por parte de Rusia podrían arrastrar al bloque a la recesión.
S&P Global dijo que su índice de gerentes de compras compuesto de la eurozona, que toma el pulso de la actividad comercial, cayó a un mínimo de 16 meses debido a que la producción de los fabricantes y los nuevos pedidos cayeron y las empresas se quejaron de la alta inflación, la demanda débil y la incertidumbre política.
La noticia empujó a los índices bursátiles europeos a la baja el jueves y llevó a los operadores a reducir sus apuestas sobre cuánto subirá el Banco Central Europeo las tasas de interés este año, lo que hizo subir los precios de los bonos del gobierno. El euro cayó un 0,7 por ciento frente al dólar a 1,0497 dólares.
Christoph Weil, economista de Commerzbank, dijo: «Las cifras de hoy deberían incitar al BCE a subir las tasas de interés con bastante cautela».
Los economistas creen que la eurozona corre el riesgo de caer en una recesión a finales de este año, ya que Rusia reduce el suministro de gas natural a Europa, la inflación récord reduce el gasto de los consumidores y el BCE aumenta las tasas de interés.
Jens Eisenschmidt, jefe de economía de Europa en Morgan Stanley, dijo que los datos del PMI plantearon la posibilidad de que un estancamiento anticipado de la economía podría llegar antes de lo esperado. Una recesión era «bastante probable» si Rusia continúa recortando significativamente el suministro de gas natural a Europa, creando una posible escasez.
La Comisión Europea dijo el martes que su indicador de confianza del consumidor para la eurozona había caído 2,4 puntos a menos 23,6 este mes, su lectura más débil desde un mínimo histórico, registrado justo después de que comenzara la crisis de Covid-19 en abril de 2020.
“Con los índices de precios extremadamente fuertes, la eurozona parece haber entrado en un período de estanflación”, dijo Jack Allen-Reynolds, economista de Capital Economics, refiriéndose a una combinación de inflación vertiginosa y crecimiento estancado en la década de 1970.
El PMI compuesto para la eurozona en junio fue de 51,9, por debajo del 54,8 del mes pasado. La lectura cayó muy por debajo de las expectativas de los economistas de consenso de 54 para alcanzar su nivel más bajo desde que la pandemia todavía restringía gran parte de la vida normal a principios de 2021.
Un puntaje de PMI superior a 50 indica que la mayoría de las empresas informan niveles de actividad más altos que hace un mes. Pero S&P Global dijo que su encuesta mensual de gerentes de compras apuntaba a «una desaceleración inminente a menos que la demanda reviva».
Los nuevos pedidos de bienes y servicios no crecieron por primera vez desde marzo de 2021, dijo, y agregó que la producción de los fabricantes cayó por primera vez en dos años. Un aumento en la actividad turística y recreativa en abril y mayo se desaceleró “hasta casi detenerse” en junio. Las expectativas comerciales para el próximo año cayeron al nivel más bajo desde octubre de 2020.
Las presiones sobre los precios se mantuvieron en niveles casi récord para las empresas de la eurozona, a pesar de crecer a un ritmo más lento por tercer mes consecutivo, lo que, según S&P Global, «insinuaba un pico en la tasa de inflación». La producción de la fábrica «continuó restringida por la escasez generalizada de suministros» causada por la guerra en Ucrania y los bloqueos de Covid en China.
El PMI de servicios de la eurozona cayó a un mínimo de cinco meses de 52,8, mientras que la lectura del sector manufacturero alcanzó un mínimo de 22 meses de 52.
La confianza entre las empresas francesas cayó a su nivel más bajo en 19 meses, y algunas de ellas se quejaron de una mayor incertidumbre política después de que el presidente Emmanuel Macron perdiera el control de la asamblea nacional en las elecciones parlamentarias del pasado fin de semana.