El ministro del Interior del Reino Unido ha dado el visto bueno para que Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, sea extraditado a los Estados Unidos para ser juzgado por cargos de actuar ilegalmente en la obtención y publicación de documentos clasificados.
Priti Patel firmó la orden de extradición el viernes después de que el Tribunal Superior dictaminara el año pasado que Assange, que ha estado recluido en una prisión de Londres desde 2019, podía ser extraditado. Assange tiene 14 días para apelar.
Estados Unidos quiere que Assange enfrente un juicio por un cargo de piratería informática y 17 cargos por violar la Ley de Espionaje de 1917, en relación con una de las mayores filtraciones de material clasificado de la historia. Si es declarado culpable, Assange enfrenta hasta 175 años de cárcel.
Los cargos estadounidenses se derivan de la publicación de WikiLeaks en 2010 de un enorme alijo de documentos secretos que le pasó Chelsea Manning, exanalista de inteligencia militar estadounidense. El tesoro incluía 90.000 informes relacionados con la guerra en Afganistán, 400.000 relacionados con la guerra de Irak y 250.000 cables diplomáticos estadounidenses.
Stella Assange, su esposa, lo calificó como un “día oscuro para la libertad de prensa y para la democracia británica”. “Hoy no es el final de la lucha. Es solo el comienzo de una nueva batalla legal”, dijo. “Vamos a apelar a través del sistema legal; la próxima apelación será ante el Tribunal Superior”.
Se esperaba que Patel aprobara la extradición porque, según la Ley de Extradición de 2003, el ministro del Interior solo tiene motivos limitados para rechazar la expulsión, como cuando alguien corre el riesgo de ser condenado a muerte.
El Ministerio del Interior dijo el viernes que Patel tomó su decisión después de considerarla el tribunal de magistrados y el Tribunal Superior. “En este caso, los tribunales del Reino Unido no han determinado que sería opresivo, injusto o un abuso de proceso extraditar al señor Assange”. decía.
Nick Vamos, jefe de delitos comerciales del bufete de abogados Peters & Peters, dijo: “Esta decisión era inevitable dados los motivos muy limitados por los cuales el ministro del interior puede rechazar la extradición, pero es poco probable que sea el final del camino. Assange ahora puede apelar por todos los motivos por los que originalmente perdió, como la motivación política, la libertad de expresión y si recibiría un juicio justo en los Estados Unidos”.
Durante el caso del Tribunal Superior, las autoridades estadounidenses aseguraron que Assange no sería recluido en una prisión de máxima seguridad en particular en Colorado y dijeron que, si es declarado culpable, podría ser trasladado a su país de origen, Australia, para cumplir su condena.
El equipo legal de Assange ha afirmado que el enjuiciamiento del fundador de WikiLeaks en virtud de la Ley de Espionaje de EE. UU. establece un precedente peligroso para la libertad de prensa y criminaliza el periodismo de investigación. Argumentaron que estaba trabajando como periodista cuando obtuvo y publicó el material filtrado y debería estar cubierto por las protecciones de la libertad de expresión.
Assange ha estado recluido en la cárcel de Belmarsh en Londres desde abril de 2019 cuando fue sentenciado por saltarse las condiciones de la fianza. Anteriormente había pasado siete años en la embajada ecuatoriana después de romper la fianza en 2012 cuando debía ser extraditado a Suecia por cargos de agresión sexual no relacionados, que posteriormente fueron retirados. Fue arrestado y sacado a la fuerza de la embajada ecuatoriana por la policía británica en 2019.