Jason Alexander, el exmarido de Britney Spears que quiso interrumpir el matrimonio de la cantante con su amante Sam Asghari la semana pasada, recibió una orden de restricción de tres años. No se le permite acercarse a la casa de Britney, llamarla o enviarle mensajes de texto, ni contactarla de ninguna otra manera durante ese tiempo. Eso ha sido determinado por un juez en Los Ángeles, informa TMZ.
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