La crisis del coronavirus y la guerra en Ucrania tuvieron un impacto significativo en los pedidos multimillonarios que las principales empresas belgas que cotizan en bolsa utilizan para comprar o vender acciones. Esto afecta principalmente a ejecutivos, directores y accionistas familiares. Sus transacciones en el mercado de valores se han paralizado casi por completo en las últimas semanas. Eso escribe ‘De Tijd’ el sábado en base a su propia investigación.
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