por Esteban Pedro
Los izquierdistas y los verdes critican los controles de la red, pero la policía no se deja intimidar. Con una política de pinchazos, intenta contrarrestar el crimen organizado.
Junto con la aduana, la investigación fiscal y la oficina reguladora, los funcionarios siguen revisando pubs, bares y tiendas nocturnas.
Las violaciones de la ley detectadas rara vez son espectaculares, pero se envía un mensaje: el estado de derecho no se puede bailar sobre sus narices.
Por supuesto, el mal gangsterismo no se esconde detrás de cada violación de la ley de protección de no fumadores. ¡Y ciertamente no todos los bares de shisha son un lugar de energía criminal!
Pero los allanamientos policiales no son indiscriminados, el procedimiento está planificado desde hace tiempo. Por cierto, la carrera criminal de Al Capone terminó por evasión de impuestos.