Los efectos económicos del conflicto ruso-ucraniano “todavía no se reflejan plenamente” en la dinámica de la producción industrial al 1 de marzo “sin embargo, contribuirán a generar mayores desequilibrios en la actividad industrial en los próximos meses, agudizando la escasez de algunos commodities, haciendo más duraderas las subidas de sus precios, así como aumentando la incertidumbre, arriesgándose así a comprometer la evolución del PIB en 2022”.
Así lo destaca el rápido análisis de la producción industrial del Centro de Estudios Confindustria: “Continúa la contracción de la actividad industrial en febrero, -0,3%, tras la caída de enero, -0,8%”.
“Se prevé que la producción industrial italiana disminuya en febrero (-0,3%), tras el descenso más acusado de enero (-0,8%), aunque incorporando mínimamente los efectos del choque entre Rusia y Ucrania que está aumentando las dificultades de abastecimiento de las empresas y empujando aún más los precios de las materias primas y la energía”. Esto es lo que se desprende de la última encuesta rápida del Centro de Estudios Confindustria.
Los datos de confianza de las empresas manufactureras “muestran una desaceleración en los dos primeros meses del año, impulsada principalmente por las expectativas pesimistas sobre las perspectivas económicas, incluso antes del estallido de la guerra”.
El estudio reporta una contracción de la producción industrial en febrero de -0,3%, luego de una disminución de -0,8% en enero. En el primer trimestre de 2022 la variación adquirida sería del -1,0% (desde +0,5% en el cuarto trimestre de 2021 y +1,0% en el tercero). Se espera que el volumen de pedidos aumente un 0,3% mensual en enero y un 0,1% en febrero.
El impacto de la energía cara en la actividad económica italiana ya había provocado una fuerte desaceleración en la producción de la industria: el índice elaborado por Istat en diciembre de 2021 disminuyó un -1,0% en comparación con el mes anterior.
En febrero, el PMI manufacturero se confirmó en un valor sin cambios respecto al de enero (58,3 puntos), el más bajo desde febrero de 2021. Según la encuesta IHS-Markit, emergen importantes preocupaciones de los empresarios ante las dificultades en las condiciones de operación y el aumento de los precios de compra de las materias primas, que siguió influyendo en las expectativas de las empresas. Al mismo tiempo, la confianza de las empresas manufactureras se contrajo (113,7 desde 114,9). Esta tendencia refleja la dificultad de las empresas industriales para hacer frente a la subida de los precios de la energía que, a pesar de las intervenciones gubernamentales implementadas para apoyar a las empresas durante el 1er trimestre para hacer frente al choque, comprime los márgenes de las empresas hasta el punto de ralentizar la producción.
Los efectos económicos del conflicto ruso-ucraniano, que estalló el 24 de febrero, aún no se reflejan por completo en la dinámica productiva estimada para febrero (datos recopilados del 21 de febrero al 1 de marzo). No obstante, contribuirán a generar nuevos desequilibrios en la actividad industrial en los próximos meses al agravar la escasez de algunas materias primas, haciendo más duraderas las subidas de sus precios, así como aumentando la incertidumbre, con el riesgo de comprometer la evolución del PIB en 2022.