vale vale la pena usar frenos a los cincuenta? La pregunta es menos trivial de lo que parece. Me di cuenta de esto por las docenas de comentarios que recibió en mi foro de alma solitaria.
La pregunta tiene todas las características para volverse existencial si se asocia a la idea de que 50 años son un parteaguas.
Entonces, ¿tiene sentido enderezar los dientes cuando se acerca el momento que nos separa del momento en que tendremos que cambiarlos masivamente?
Si este razonamiento se aplica a los dientes, funciona aún más para la psique. Y entonces la pregunta es: a los 50 ¿necesitas ir al psicólogo?
Hay quien en el foro lo corta en seco: «Cincuenta años es una edad en la que se cosecha, no se sembramos. Los psicólogos deberían “engañar” menos. Cuando no hay soluciones, trabajamos en la aceptación».
Un razonamiento que podría aplicarse a todo: desde los dientes para arriba. Y de hecho hay quienes se dedican a enumerar las cosas sobre las que debemos hacer las paces:
- a) tener hijos (mujeres);
- b) hacer carrera; b-bis) encontrar un trabajo digno (para los rescatados);
- c) comprar una casa (a menos que tenga liquidez inmediata y sustancial);
- d) encontrar un gran amor (puedes conseguir que alguien te haga compañía);
- e) hacer verdaderos amigos (la amistad requiere tiempo y espontaneidad, que no tenemos a los 50);
- f) lucir más joven (¡cirugía estética nunca!).
La lista, a la que yo añadiría “tocarse los dedos de los pies con las piernas estiradas”, es descorazonadora. Todos los objetivos a largo plazo pagan por ello. Pero, ¿la perspectiva es realmente tan triste?
“Se puede hacer de todo en la vida, incluso la ortodoncia a los cincuenta años -interviene pragmáticamente un odontólogo-. Siempre que exista una dentición sana también desde el punto de vista periodontal».
El consejo también es bueno para todo lo demás, convenientemente extendido parece sugerir que, neto de lo que la naturaleza ya no nos permite (tener hijos), todo lo demás es realizable. Basta con haber hecho lo que a los 50 deberías haber concluido: sentar unas bases sólidas.
Ya sean habilidades, dinero, habilidades para las relaciones, la diferencia es lo que apartamos a 50. Para todo lo demás hay filtros en el móvil.
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