Adquirido en dificultad, hoy el club inglés es un club hecho a la medida desde el punto de vista deportivo y mediático: desde el consorcio suizo-estadounidense hasta el pretendiente turco, he aquí quién piensa llevarse el Blues
Cercanos a Yeltsin primero y a Putin después, cuentan los politólogos que a Roman Abramovich siempre le ha gustado el primer ministro ruso porque, a pesar de haber seguido y favorecido su ascenso desde el primer momento y de haber ganado también un escaño en la Duma, nunca quiso poner su boca abajo en sus decisiones políticas. En los últimos días, sin embargo, la guerra en Ucrania lo ha abrumado: blanco del fuego de los medios británicos y amenazado con sanciones, tuvo que entregar la administración de los Blues a la Fundación Chelsea y luego voló a Bielorrusia en la mesa de negociaciones, invitado por los ucranianos.