Tenía que ser una especie de carta extra, por inesperada que fuera, en la mesa de reformas consideradas estratégicas por el gobierno. Tanto es así que está destinado a encontrar hospitalidad también en la Def que viene en las próximas semanas. Pero con la explosión del conflicto en Ucrania, la corrección flexible del sistema de seguridad social, ya ralentizada por las secuelas políticas del partido del Quirinal, parece haber terminado en un callejón sin salida, chupando también la mesa iniciada en últimos meses por el gobierno y los sindicatos. El cual lleva semanas parado, a la espera de esa verificación entre ministros y dirigentes sindicales originalmente prevista para el 7 de febrero. Aunque existen rumores no confirmados de un posible reinicio del enfrentamiento en la segunda semana de marzo. Por el momento solo hay una certeza: la de la Cuota 102 (la posibilidad de salir con al menos 64 años de edad y 38 de aportes) introducida por el ejecutivo con la última maniobra solo para 2022. Sin olvidar que siempre al final en 2022, también expirará la prórroga anual de Social Ape y Woman Option.
Cita 102, el único punto fijo
Se acabaron todas las opciones posibles para permitir la jubilación anticipada con respecto al umbral de los 67 años, quizás con el recálculo de cotización del cheque como indica Mario Draghi, así como nuevas medidas para los jóvenes, las mujeres y relanzar las pensiones complementarias. en bolas de naftalina. . También porque ahora es una prioridad para el Palazzo Chigi bloquear la fase de implementación del NRP y las consiguientes intervenciones relacionadas, así como detener los efectos de la crisis energética y las costosas facturas, exacerbadas por las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania. . Y, en caso de suspensión no temporal del cuadro de pensiones, hay quienes empiezan a no descartar la hipótesis de una prórroga hasta 2023 de la Cuota 102, que en la actualidad supone una especie de punto fijo para las jubilaciones anticipadas tras la fin de la Cuota 100.
La mesa suspendida
Tras las primeras rondas técnicas, que habían abordado al gobierno y sindicatos sobre algunas posibles intervenciones como el bono de cotización para jóvenes con carreras discontinuas, las concesiones más efectivas para madres trabajadoras y una nueva fase de silencio-consentimiento para la asignación de la TFR a los fondos de jubilación, los ministros Andrea Orlando y Daniele Franco debían reunirse con los líderes sindicales a principios de febrero para hacer un balance de la situación y sentar las bases para un posible memorando de entendimiento para ser absorbido más tarde en el próximo Económico y Financiero. Documento de Planificación (Def). Una cita que luego se aplazó a la segunda quincena de febrero tras una nueva reunión técnica. Pero hasta el día de hoy los sindicatos siguen a la espera de una convocatoria, que el gobierno se ha visto obligado a archivar hasta ahora también por el cambio de agenda por el estallido de la guerra en Ucrania.
La congelación de las hipótesis sobre salidas flexibles con el umbral de partida en los 64 años
Con la congelación de la discusión sobre las pensiones, también se detuvo la discusión sobre las diversas hipótesis en el campo para flexibilizar la reforma Fornero. Los sindicatos habían vuelto al poder pidiendo salir con 62 o 41 años de cotizaciones sin importar la edad. El gobierno había reiterado su disposición a evaluar la solución de flexibilidad en la salida sólo con conexión integral al método de cálculo de aportes. Hay tres opciones principales sobre la mesa: jubilación a partir de los 64 años con el recálculo de cotización de la asignación para trabajadores del sistema mixto (parcialmente asalariados); licencia a partir de los 63-64 años con una penalización del 3% por cada año adelantado al umbral de vejez; adelantar a los 64 años de sólo la parte contributiva del tratamiento con desembolso de la cuota salarial al alcanzar el límite de jubilación, sobre la base de la propuesta formulada por el presidente del INPS, Pasquale Tridico.
El nodo abeja social y la opción femenina
La falta de definición de un nuevo paquete de pensiones también haría incierto el futuro de otros dos instrumentos que permiten el acceso a la jubilación anticipada: el Social Ape y la Woman Option. En ambos casos, la última maniobra preveía una prórroga exclusivamente hasta finales de 2022. El Ape social representa, entre otras cosas, uno de los capítulos clave en el enfrentamiento entre el Gobierno y los sindicatos. Con CGIL, CISL y UIL con el objetivo de hacer esta medida estructural. Y fortalecerlo ampliando el grupo actual de trabajadores dedicados a actividades pesadas que acceden a él, como también se indica en las conclusiones del trabajo realizado por la Comisión Técnica específica, presidida por Cesare Damiano.