De media, algo menos de un tercio de los litigios fiscales iniciados por las comisiones tributarias autonómicas tienen un valor de hasta 3 mil euros. Y pensar que en 2020 representaron solo el 0,2% de los 7.400 millones de euros de pleitos que han invertido el grado de apelación. Es la masa de procesos bagatelares que invierte la Ctr, hasta la Corte Suprema, ya atascada con más de 47 mil expedientes tributarios atrasados.
Los informes de Economía
Una urgencia que hay que resolver con vistas a restablecer el orden en una jurisdicción que ya está al borde del abismo, como llevan años denunciando todos los actores del litigio. Los informes de la Dirección Tributaria del Ministerio de Economía ponen énfasis en la amplitud de estos expedientes que llegan en segunda instancia: el año pasado fueron el 29,2% del total, equivalente a 12.447 casos de los 42.683 desencadenados. La misma tendencia también se encuentra en 2018, con 28,1% (16.029 de 57.054 disputas), y en 2019, con 27,8% (13.050 de 46.881). Un campo muy amplio para disputas que, de hecho, tienen muy poco impacto económico. Basta considerar que se trata de procesos cuyo valor total oscila entre 12 y 16 millones de euros sobre un total de entre 7 y 10 mil millones de euros. Por eso queremos poner fin a su proliferación.
Los movimientos del gobierno
La intención del Gobierno de introducir la nueva figura del “juez único” de primera instancia, es decir, las comisiones provinciales, va precisamente en esta dirección. El principio -inspirado por el Ministro de Economía Daniele Franco (responsable de la fase de mérito) y por la Guardiana del Sello Marta Cartabia (para la fase de legitimidad)- fue diseñado por la comisión de ocho expertos designados para desarrollar una reforma global pero con intervenciones quirúrgicas que tienen un objetivo: reducir la afluencia de recursos al Tribunal Supremo, partiendo precisamente de aquellos casos de menor valor. Una forma de implementar las intenciones contenidas en el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia.
La presentación del magistrado profesional
El proyecto de ley ahora viaja rápidamente al Gabinete que se espera esta semana. La transición parlamentaria podría agilizarse, dado el fuerte apoyo político a una reforma que contempla principalmente la introducción del magistrado profesional en lugar del juez “honorario y a tiempo parcial” que, para bien o para mal, ha caracterizado a la jurisdicción a partir de 1992 , con el decreto legislativo 545 sobre el sistema judicial tributario. Pero el verdadero desafío está en la modificación de algunos procedimientos, con medidas que afectan el Decreto Legislativo 546/92, que es el código del proceso tributario.
El destino de las disputas hasta 3 mil euros.
El texto a aprobar introduce el artículo 4-bis a este último decreto. En particular, «las comisiones tributarias provinciales deciden de forma única los litigios por valor de hasta tres mil euros. Quedan excluidas las disputas de valor indeterminable”. Lo importante es que “la sentencia de la Comisión Provincial dictada por el juez único a que se refiere el artículo 4-bis sólo podrá ser recurrida por infracción de las normas de procedimiento, así como por infracción de normas constitucionales o del derecho de la Unión Europea, o de los principios reguladores de la materia”. No hay nueva evaluación sobre el mérito.