El tiroteo ocurrió el sábado en el estacionamiento de un supermercado. El sospechoso blanco disparó y mató a diez personas e hirió a otras tres. El tirador fue detenido en el lugar.
“Se han encontrado pruebas que muestran que tenía planes de continuar con su crimen y dispararle a más personas si hubiera salido de allí”, dijo a CNN el oficial de policía Joseph Gramaglia. Incluso habría hablado de la posibilidad de ir a otro supermercado.
El pistolero está acusado de un crimen de odio por motivos raciales. Once de las trece víctimas eran estadounidenses negros. Un manifiesto de 180 páginas con contenido racista y violento, atribuido al sospechoso, también apareció en línea.
También se dice que el hombre viajó más de 300 kilómetros para cometer su crimen en Buffalo, un lugar con una población predominantemente negra.
Actualmente se encuentra bajo custodia. Debe comparecer ante el tribunal nuevamente el jueves.