El minorista de moda Sinn, con sede en Hagen, se encuentra ahora en un procedimiento de insolvencia tradicional después de que dentro de la dirección hubiera “opiniones diferentes sobre la futura dirección estratégica de la reestructuración”.
La autoadministración de Sinn GmbH fue levantada el 10 de diciembre por el tribunal competente de Hagen, según anunció el minorista el martes pasado. Sinn se encuentra ahora en un procedimiento de insolvencia tradicional. Este cambio de procedimiento no debería tener ningún impacto en la “renovación, que va muy bien”. Los responsables tienen previsto presentar el plan de reestructuración ante los tribunales antes de Navidad. Los acreedores deberían votar sobre esto en enero.
Ya está claro que las tiendas de Rheine y Hildesheim dejarán de funcionar, según confirmó un portavoz a FashionUnited. Las negociaciones todavía están en curso en algunos lugares. La tienda de Hildesheim, Baja Sajonia, tendrá su último día de rebajas el 28 de diciembre. Al inicio del proceso, 36 de las 41 ubicaciones originales deberían continuar, al menos por el momento. Por el contrario, hay dos nuevas aperturas que el Sinn confirmó a mediados de octubre.
Procedimiento de insolvencia abierto tras desacuerdos
El abogado Michael Mönig del bufete de abogados Mönig Wirtschaftskanzlei, que anteriormente actuó como administrador en el proceso, también fue nombrado administrador concursal por el tribunal y seguirá dirigiendo la reestructuración. Para ello colaborará estrechamente con la directora general del Sinn, Isabella Goebel, y con el experto en reestructuraciones Jan Ockelmann del bufete de abogados SGP Schneider Geiwitz Nord, encargado por la dirección.
El motivo del paso a los procedimientos de insolvencia tradicionales fue “las diferentes opiniones sobre la dirección estratégica futura de la reestructuración” en la dirección. Según Hagen, no se vislumbra ningún acuerdo. Para evitar retrasos en el procedimiento, primero se informó de ello a los representantes de la junta de acreedores y luego, con su consentimiento, se inició el cambio.
El Sinn se declaró en quiebra a principios de agosto. Esto se justificó por la situación económica general, así como por los cierres por daños causados por agua y otras razones estructurales. Esto ha provocado una disminución de las ventas y, al mismo tiempo, un aumento significativo de los costes de alquiler, energía y logística. Además, la implementación de un nuevo sistema de gestión de mercancías también supuso un esfuerzo adicional considerable.