El gobierno de Biden está a punto de anunciar sanciones contra varios oligarcas rusos, en su medida más amplia para abordar a los aliados comerciales de Vladimir Putin tras la invasión de Ucrania.
Se espera que la medida de Washington sea inminente e incluirá una prohibición de viajar para varios oligarcas rusos y sus familias, según una persona familiarizada con el asunto.
Se esperaban sanciones más amplias de EE. UU. contra los oligarcas rusos después de que la UE publicara su propia lista de personas objetivo y comenzara a incautar algunos activos en poder de los oligarcas rusos en Europa. El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, prometió atacar a los oligarcas rusos en su discurso sobre el Estado de la Unión el martes por la noche y estableció un grupo de trabajo en el departamento de justicia para implementar la prohibición desde la perspectiva de la aplicación de la ley.
A principios de esta semana, EE. UU. ya había impuesto sanciones a Kirill Dmitriev, director ejecutivo del fondo de riqueza soberana más destacado de Rusia, el Fondo de Inversión Directa de Rusia.
Los funcionarios estadounidenses aún no han indicado a qué oligarcas rusos pretenden apuntar. Sin embargo, le dijeron previamente al Financial Times que se basarían en una lista clasificada de figuras políticas de alto nivel y oligarcas rusos enviada al Congreso por el Departamento del Tesoro en 2018.
La administración Biden ha intensificado sus sanciones contra Moscú en respuesta a la mayor brutalidad de la invasión rusa de Ucrania, con nuevas restricciones implementadas casi a diario.
El miércoles, anunció nuevos controles de exportación sobre las ventas de equipos para la extracción de petróleo y gas y dijo que consideraría una prohibición total del petróleo ruso. A principios de semana, EE. UU. tomó la drástica medida de prohibir las transacciones con el banco central de Rusia para impedir que Moscú obtuviera acceso a su reserva de divisas de 630.000 millones de dólares, lo que provocó una fuerte caída del valor del rublo.
Estados Unidos también se unió a la UE y Canadá para prohibir los vuelos rusos en su espacio aéreo, en un nuevo intento de aislar a Rusia de la comunidad internacional.