“Es un giro extraño en la legislación que cinco años de trabajo en Bélgica sean suficientes para ‘demostrar’ tus habilidades lingüísticas”, escribe el editor jefe Dimitri Antonissen. Aboga por un examen de idioma obligatorio para los recién llegados: “El idioma es la clave de la integración, pero en Bélgica con demasiada frecuencia dejamos la puerta entreabierta”.
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