D. empezó a trabajar como contable en Boudewijn Seapark, pero se dice que allí también le fue bien. Al fin y al cabo, se dice que el cuarentón transfirió más de 90.000 euros a su propia cuenta. Por estos hechos fue detenido en septiembre de 2022. La investigación sobre esos hechos aún está en curso.
Las partes civiles y el Ministerio Fiscal señalaron las graves consecuencias para las víctimas, que en ocasiones perdieron más de 90.000 euros. “Nunca tuvo la intención de realizar inversiones ni de devolver ese dinero”, afirmó la fiscal Saskia Schepens. El fiscal explicó que D. había perdido todo el dinero jugando. Según el Ministerio Público, esta adicción al juego debe mantenerse absolutamente bajo control. En esas circunstancias, se impuso una pena de prisión suspendida de 40 meses, junto con condiciones estrictas.