“No me interesa la Navidad”, dice Wabe Hoekstra (75), de Breda, refiriéndose al texto que aparece en su jersey navideño. Es uno de los rostros de la campaña de la fundación Quiet Breda, que quiere utilizar la prenda para llamar la atención sobre la pobreza silenciosa durante las vacaciones.
“Con la Navidad no se puede tener nada en sentido figurado, pero también literalmente”, explica Eva Stravers de Quiet Breda el doble significado del texto del Good Christmas Sweater. “Que no tienes regalos, árbol de Navidad o cena de Navidad abundante. En este mes nuestro miembros más centrado en los hechos. Estamos comprometidos con eso, con la camiseta como tema de conversación”.
“300 o 400 al mes no es gran cosa”.
En total, Quiet Breda ayuda a aproximadamente 200 hogares que viven en la pobreza. Wabe Hoekstra y su esposa tampoco están en una situación económica acomodada. Como empleado en una fábrica de automóviles y en la fábrica de repuestos para aviones Fokker y como taxista para niños con discapacidad, Wabe acumuló una pequeña pensión. Él y su esposa, que nunca ha trabajado, también reciben una prestación AOW. Para complementar esto y seguir avanzando por su EPOC, Wabe tiene un trabajo secundario como trabajador postal. “Tenemos entre 300 y 400 euros para gastar al mes. Eso no es una broma”. Un buen amigo de la pareja comprueba lo que gastan cada mes. “Me han criticado por gastar demasiados ahorros”, confiesa Wabe. “Luego gasté otros 200 euros más”.
“No tenemos una cena especial. Probablemente será una comida preparada por Albert Heijn”.
Como tiene poco para gastar y su hija murió en diciembre de hace cinco años, la Navidad ya no se celebra mucho en su casa. “Melancolía”, llama a la celebración. Los adornos navideños se compran de segunda mano. “Un belén y una hilera de luces, pero aparte de eso no hacemos mucho al respecto”. A través de Quiet Breda puede conseguir un árbol de Navidad gratuito, que recibe patrocinado. “Pero probablemente derribarán a los perros o gatos de todos modos”.
Wabe intenta preparar un regalo para su hijo. “Pero no tenemos una cena especial”, continúa. “Probablemente será un plato preparado de Albert Heijn delante del televisor”.
“Sólo tenemos que compartir unos con otros y apoyarnos unos a otros”.
Para crear una agradable época navideña para personas como Wabe, Quiet Breda recauda dinero con los suéteres navideños. El dinero recaudado se destinará a financiar diversas actividades, como un festival de invierno en un polígono industrial, una copa navideña en la ciudad y un brunch navideño para varios miembros. “Y probablemente tengamos un regalo de Navidad para cada hogar”, afirma Eva.
En una semana ya se han vendido más de 250 jerséis de Buena Navidad, a 30 euros cada uno. Wabe quiere transmitir que él no tiene mucho para gastar, pero que hay gente que tiene aún menos. “Sólo tenemos que compartir unos con otros y apoyarnos unos a otros. Especialmente durante las vacaciones”.