Tijjani pasó un año entre los aficionados en Holanda y pasó algunas horas en los bastidores. El Milan le pagó 20 millones y piensa renovarlo, mientras Adli le dice “gracias por el fútbol”. Su júbilo al imitar una X con los brazos se está volviendo habitual: esto es lo que significa…
Tijjani Reijnders juega con mallas desde que nació, porque la elegancia nace. Yacine Adli le dedicó una gran dedicatoria en su último post de Instagram – “Gracias por el fútbol” – y el Milan añadió con la pluma rossoneri: gracias por los goles. Sí, gracias, porque Reijnders es un jugador diferente con goles. Con goles, Reijnders es un candidato muy serio a “mejor centrocampista del campeonato”. Los gustos son gustos y cada uno tiene los suyos – Barella, Calhanoglu, Ederson, McTominay, Koopmeiners… – pero Tiji es algo especial. Y San Siro empieza a contarles a sus amigos: se está enamorando.
¿20 millones? robo de mercado
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Reijnders cobró 20 millones más 5 millones en bonus y menos de año y medio después estamos ante la metáfora del pasamontañas: más que una compra, es un robo. Hay quienes dicen que Tijjani ya vale tres veces más y se puede decir: es una estimación sensata. El siguiente paso es la renovación, ya discutida, con un acuerdo muy cercano, que probablemente no se formalice y anuncie recién al final de la temporada. Por cierto, Tiji marcó 6 goles esta temporada, los dos últimos contra el Empoli, defensivamente nunca será Makelele, pero es técnico, inteligente, tiene visión, es uno de los jugadores más bellos del mundo. Lo mejor de las compras de Moncada.
aficionados y cerveza
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La ruta es sinceramente sensacional. Tres meses antes de recalar en Milán, Reijnders parecía destinado a Bolonia, porque el resto del mundo no le veía, no le entendía, quién sabe. Hay más. Hace nueve años, en la 2015-16, Tiji jugó con el CSV’28, equipo amateur holandés que jugaba y juega de naranja. Una premonición: ese chico será internacional. ¿Qué estaba haciendo allí? Según cuenta AD, su padre Martin quería trasladarlo del Twente a Zwolle, pero éste pidió una compensación. Así que esta es la estrategia: pasar un año en el equipo amateur (ya entrenando con Zwolle) y mudarse gratis un año después. Un chico de dieciséis años entre adultos. “La única diferencia con nosotros fue que Tijjani no bebió cerveza después del partido”, dijo su excompañero Anel Zdionica.
el supermercado y la x
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Reijnders infló balones, limpió el vestuario, viajó con sus compañeros en una furgoneta prestada de una guardería. No sólo eso, en aquellos años, incluso cuando Tijjani ya entrenaba con el primer equipo de Zwolle, papá lo mandaba a trabajar unas horas en un supermercado. ¿Entonces el mejor centrocampista de la Serie A estaba colocando frascos en los estantes? Massì. Por eso impresiona verlo, primero con los aficionados con la camiseta naranja, luego con los rossoneri mientras marca en San Siro y hace una X con los brazos. Pero por cierto, ¿qué significa esa X? Es para Xavién, Xavién Reijnders. Su hijo.
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