Álvaro no marcaba en Liga desde el 27 de septiembre. Entonces es el delantero perfecto para el Milan: goles y trabajo para el equipo. El entrenador le responde: “Nunca me he preocupado por él, pero claro, marcar un marcador es importante para la confianza”
El riesgo, con el doblete de Reijnders, era dar una “mala impresión”. En definitiva, un delantero centro que se sigue quedando sin gas mientras hay un centrocampista que lo echa prácticamente en cada suspiro no es precisamente el mejor. Álvaro Morata necesitaba dar un golpe. Poner una firma en el acta. No es que fuera un problema insuperable o irresoluble. Álvaro tiene suficientes años en su carné para saber que un delantero puede pasar por épocas sin demasiadas sonrisas, sin deprimirse. Y a lo largo de su carrera ha ganado lo suficiente como para ser alguien que no necesita demostrar su fuerza cada vez que sale al terreno de juego. Por supuesto, sin embargo, cuando el ayuno comienza a ser excesivo, a veces los malos pensamientos pueden comenzar a perseguirse en la cabeza. Y es posible que le zumben los oídos, especialmente si todo el equipo está viviendo una temporada por debajo de las expectativas.
sacrificio
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Morata volvió a recuperar el apetito al cabo de diecinueve minutos. Tiene el mérito de haber desbloqueado un partido que aún languidecía. El Milan jugó sin malicia, repartió balones predecibles y para un delantero central esto equivale a una frase: eres carne fresca para tu marcador. Fue necesario un tiro sucio de Leao y una falta adicional de Ismajli para darle el balón correcto. Lo que se necesitaba era un movimiento rápido, una pata. A partir de ahí todo fue más o menos cuesta abajo. Como siempre, Álvaro hizo su habitual trabajo de sacrificio por sus compañeros, probablemente retrocediendo un poco menos que en otros partidos para ir a buscar el balón. Es uno de los temas tácticos más debatidos en Milán este año, porque su trabajo como conexión y defensa le quita mucha energía y porque evidentemente si Morata está en el medio campo ofensivo o incluso en el centro del campo, debería haber alguien en el mediocampo. medio del área otra. Lo cual no siempre sucede.
cosa larga
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El último gol en el campeonato se remonta al 27 de septiembre, en la victoria por 3 a 4 contra el Lecce. Después, cinco partidos sin marcar más un fallo por el traumatismo craneoencefálico sufrido en un entrenamiento con Pavlovic. En definitiva, empezaba a ser un asunto largo, aunque significativamente suavizado y embellecido por el gol en el Bernabéu en la Liga de Campeones en la noche mágica de Madrid. El problema es que entre Álvaro y Abraham el botín no es precisamente excelente, dado que son los dos delanteros centros de la plantilla. Siete goles de la temporada en total, goles que estuvieron notablemente ausentes en varios partidos. “Nunca me he preocupado por Morata – afirmó Fonseca -. Le conozco muy bien, es un ejemplo para el equipo. Luego, evidentemente, es importante marcar goles porque eso le da confianza”. El Milán, que quiere recuperar su cuota de Liga de Campeones, no puede ignorar a su número 7.
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