“Estaba trabajando con comida para acampar, a la que hay que añadir agua, pero eso no era posible”, recuerda Chris. “Tuve que sobrevivir durante cinco días con una recompensa y un kitkat, que tuve que calentar en esa agua antes de poder comerlo”.
“Ahora voy a trabajar con comida líquida, que usé para el Marathon des Sables. Son batidos fríos que lo contienen todo. También he aprendido a usar el equipo y a vestirme, lo cual es muy importante”.