Son más de 3.000 kilómetros, desde la plataforma de lanzamiento en Kapustin Jar hasta el corazón de Europa. El flamante cohete ruso Oreshnik cubre esa distancia en 11 minutos hasta Berlín, 14 minutos hasta Bruselas y 17 minutos hasta París y Londres. La nueva arma es actualmente un prototipo que Putin quiere producir en masa. ¿Qué se puede hacer al respecto? Ex coronel Roger Housen: “En cuatro décimas de segundo, los estadounidenses saben que se ha disparado algo”.
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