Siete de cada diez familias utilizan el boca a boca para elegir la ayuda a domicilio


La búsqueda de la criada, la niñera o la cuidadora por parte de las familias italianas es un fenómeno estrictamente «hágalo usted mismo», en el sentido de que recurren al querido y viejo boca a boca entre conocidos. Es a partir de aquí, de esta práctica, que se desarrolló el tercer informe como parte del proyecto «Bienestar familiar y valor social del trabajo doméstico en Italia» de Censis para Assindatcolf, la asociación nacional de empleadores domésticos. El título es emblemático: «Las familias lo hacen solas: la falta de intermediación en los servicios y asistencias domésticas». La encuesta abarcó una muestra de más de 1.600 familias asociadas con Assindatcolf. La investigación fue presentada hoy, jueves 12 de mayo, en Cnel.

Siete de cada diez familias usan el boca a boca para contratar a un ama de llaves

El 76,4% de las familias que lo necesitan utilizan el boca a boca criada70,8% en el caso de cuidadores61,6% para niñerademostrando cómo, en la búsqueda de personal doméstico, las familias tienden a adoptar una lógica de proximidad, recurriendo principalmente a su propia red de conocidos directos y utilizando canales menos especializados (agencias de empleo, plataformas online), percibidos como poco accesibles y más caros .

¿Es el «hágalo usted mismo» una solución que satisface a las familias?

En cuanto al nivel de satisfacción de las familias con el servicio prestado por el servidor así contratado, en el caso de criada, el 82% de las familias encontró en el trabajador una correspondencia efectiva con las competencias requeridas y el área de insatisfacción (que también puede llevar a la decisión de despido) se detiene en el 18%. En el caso de cuidadores, el desajuste entre expectativas y cualidades profesionales del empleado, por el contrario, preocupa a un tercio de las familias: el 33,8%. En el caso de niñera, al 76,2% de las familias satisfechas se contrapone casi una cuarta parte de las insatisfechas. El nivel de satisfacción es menor entre los empleadores más jóvenes menores de 55 años. De estos, el 22,7% encontró cierto grado de insuficiencia con respecto a lo esperado de la empleada doméstica contratada y el 1,6% está pensando en reemplazarla. Entre los que se encuadran en este grupo de edad, en el caso de los cuidadores contratados, los insatisfechos alcanzan el 41%. En la lógica de la proximidad también se pueden considerar las respuestas que indican en la parroquia y en la propia trabajadora del hogar los medios para seleccionar a otras personas a emplear para los servicios dedicados a la familia (19,2% en el caso de contratar a una trabajadora del hogar , el 16,7% en el caso de un cuidador).

Herramientas de asistencia pública dedicadas a la no autosuficiencia

Un poco menos de la mitad de las familias en las que mayores necesitados o personas no autosuficientes hacen uso de herramientas de asistencia pública dedicadas a apoyar a familias y personas en condiciones no autosuficientes. Entre las herramientas más utilizadas se encuentra elsubsidio de asistencia (42,1%), mientras que los demás tipos se mantienen todos por debajo del umbral del 10%. L’atención domiciliaria integrada – un conjunto de actividades de salud y asistencia social ofrecidas en el hogar sobre la base de un programa personalizado, que es una alternativa a la hospitalización y permite que las personas no autosuficientes permanezcan en la familia – fue indicada por el 8,2%. Solo el 3,9% accede a laatención domiciliaria programada, un servicio que el médico general realiza en el domicilio del paciente. Sin embargo, para quienes acceden a ellos, la adecuación de estas herramientas de apoyo a la no autosuficiencia es positiva sobre todo en lo que se refiere a la asistencia integrada y programada: 76,7% y 72,7% respectivamente. Es menor en el caso de la prima de asistencia: sólo el 35,4% de los que tienen acceso a ella expresan una valoración positiva.

Las propuestas de las familias que viven en situación de no autosuficiencia

Para hacer frente a sus necesidades, las familias desearían una aportación económica que les permita contratar a un asistente familiar (36,3%) o, en su defecto, solicitar la posibilidad de deducir el coste total incurrido por el personal doméstico empleado (35,5%). Por otro lado, el 14% de las familias preferiría recibir servicios personalizados brindados por personal especializado de la ASL, la Municipalidad u organismos autorizados y acreditados; Al 11,5% le gustaría una aportación económica pública sin restricciones de uso y solo el 2,7% preferiría recibir una aportación económica pública que sirva para sustentar los ingresos de un cuidador. Según Andrea Zini, presidente de Assindatcolf, «con un apoyo económico directo destinado a contener los costes del personal doméstico, sería posible no solo ayudar a los empresarios, como ellos mismos piden, sino también hacer más atractivo el sector, recordando más personal y más calificados”.



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