Anssi Karjalainen
La reacción del público en los momentos finales del partido principal nos hizo reír, escribe Anssi Karjalainen.
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Una vez más, ya no quedaba nada que contar a la posteridad. El enfrentamiento entre Mike Tyson y Jake Paul fue exactamente lo que probablemente esperabas que fuera.
Paul, en mejor forma y con mayor movilidad, recibió los golpes necesarios durante los ocho dos minutos. Tyson sólo dio en el blanco unas cuantas veces. Un punto fácil para el ex jugador de metro, después del cual podrás ir al banco riendo.
La reacción del público en los momentos finales del partido principal me hizo reír. Tyson y Paul fueron abucheados. Verdadero: ¿Qué pensaste que pagaste? La reacción realmente puso de relieve el negocio de los showmans, que servía para ganar dinero fácil. Si alguien todavía creía antes del partido que vería una épica “batalla de generaciones”, las imágenes soñadas se desmoronaron a más tardar en los primeros compases del partido.
Quienes estuvieron en el lugar en el Yankee Stadium en Arlington tuvieron suerte de no tener que cerrar y reiniciar Netflix cada 20 segundos aproximadamente. El gigante del streaming fracasó estrepitosamente en su debutaunque según Paul recogió hasta 120 millones de espectadores alrededor del mundo.
Y, Dios mío, de todos modos. Finalmente, Tyson arrojó una carta sobre la mesa sobre continuar su carrera profesional. 50-7: ¿no son ya suficientes esas estadísticas?
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La sobrecarga de Netflix no fue lo único que provocó furor en el verano.
Cuando se anunció el veredicto del combate principal antes del combate principal, los fanáticos del boxeo estaban furiosos e inundaron el servicio X con comentarios.
¡Robo! Esa fue la principal reacción ante la victoria por puntos de Katie Taylor sobre Amanda Serrano. La pelea por el título de peso ligero superior a 10 asaltos terminó después de etapas apretadas para el irlandés. Todos los goleadores anotaron el partido 95–94 para Taylor.
El juicio cuestionable y la enorme atención finalmente convirtieron a Taylor y Serrano en los mayores ganadores de la noche. Un gran público pudo comprobar, algunos de ellos quizás por primera vez, lo hábiles que son realmente los competidores.
Ya se espera con impaciencia el tercer encuentro entre Taylor y Serrano.
Los méritos boxísticos de Paul pueden verse incrementados por el trabajo que ha realizado para las boxeadoras. Cuando bombo publicitario estaba en su apogeo hace unos años, Paul decidió tomar a Serrano bajo su protección y comenzar a promocionarlo.
Como resultado, Taylor y Serrano ahora se embolsaron la friolera de $6 millones en pagos por su pelea. Realmente merecen su dinero.