Parece que el aumento del IVA sobre la cultura, los medios de comunicación y el deporte no continuará a partir de 2026. La oposición logró este triunfo en la Cámara de Representantes durante el debate sobre los planes fiscales del gobierno. Y eso trae una gran alegría a los sectores.
Este es también el caso en Drente. “Cuando lo escuchamos en la radio, inmediatamente dimos un pequeño baile de alegría”, dice Chris Bol, que dirige junto con su socia Elise Kerner el Concertboerderij d’Rentmeester en Valthermond. “Es una buena noticia. Esto supondrá una gran diferencia para nosotros. Un aumento así sería muy intenso. Ya tenemos que luchar para llenar la tienda”, explica.
Concertboerderij d’Rentmeester es un pequeño teatro ubicado en una granja monumental. El escenario cultural no forma parte de una sociedad de teatro ni de otras organizaciones coordinadoras. Por tanto, no existe ninguna red de seguridad para la sala de conciertos. “Ya nos hemos preparado para ello subiendo los precios. No volverán a subir hasta dentro de un tiempo”, afirma Kerner. “Un aumento así afecta a todo el sector. También para los creadores y para nosotros también a la hora de contratar artistas. Para un escenario pequeño como el nuestro, esto habría sido muy intenso. Quizás incluso el golpe final”, añade Bol.
El ministro de Finanzas, Eelco Heinen (VVD), tuvo que cambiar de rumbo esta tarde en la Cámara de Representantes. Después de todo, el aumento del IVA no lograría una mayoría en el Senado. Por ello, acudió a la ayuda de los partidos de oposición GL-PvdA, D66, CDA, ChristenUnie, SGP, Volt y JA21 para buscar una alternativa.
Heinen buscará ingresos alternativos, prometió a las partes. Esto equivale a un total de 1.200 millones de euros. Los partidos de la oposición quieren ese compromiso en blanco y negro esta tarde, con fundamentación precisa.
La noticia también generó un ambiente festivo en Meppel, comenta Wolterina Sietsema, de la librería Riemer Barth. “En realidad lo vi venir, pero ahora que parece definitivamente descartado, me hace muy feliz. Estaba almorzando cuando lo escuché. Cuando regresé al negocio, inmediatamente dije que necesitábamos pastel para tener una fiesta.”
“Lo que se quiere es que la gente pueda seguir comprando sus libros”, continúa Sietsema. “Es doble. La gente piensa mucho en promover la lectura y luego empiezas a encarecer los libros. También para los padres con hijos”.