Están muy felices en Zweeloo en Exloo. Defensa investigó la posibilidad de construir un depósito de municiones cerca de esos pueblos, pero decidió no hacerlo. Esto pone fin a meses de incertidumbre para los residentes locales. Sin embargo, el caso deja una huella en Drenthe.
Jannita Steenbergen está sentada, incrédula, a la mesa de la cocina de su nueva casa en Exloo. Aún no ha calado del todo la noticia de que Defensa ya no está investigando si se puede construir un depósito de municiones en su zona.
Steenbergen no supo durante meses si dentro de unos años seguiría viviendo en Exloo, después de recibir una carta sobre la posible llegada de un almacén de municiones. Su casa y su granja lechera están tan cerca del lugar previsto que tendría que mudarse.
“Todavía estoy un poco aturdido. Has estado en esto durante tanto tiempo que me pregunto: ‘¿Es realmente así?'”, dice Steenbergen. “Por supuesto que estamos muy contentos y sabemos que las cosas van bien ahora, pero sigo siendo cauteloso”.
En línea recta, a doce kilómetros de distancia, en ‘t Looveld, en Zweeloo, el ambiente es fantástico. Matine Kamps, productora lechera y propietaria de un camping, saltó de alegría al ver que Defensa ya no realiza más investigaciones en su zona.
“Fui a la lechería donde estaba mi marido y grité que había llegado el momento. Que a nosotros no nos sucederá”, dice Kamps entre risas. “Entonces los niños se levantaron de la cama llorando de alegría. Ahora podemos dejar de quedarnos quietos”.