Friedkin, cuántos errores. Pero con el entrenador adecuado la Roma puede recuperarse


Se necesitaría una elección sencilla, sin sorprender: un hombre que conozca el entorno, recargue al equipo y ame al club, como De Rossi o Montella.

subdirector

12 de noviembre – 7:38 a.m. – MILÁN

Podría ser hoy, pero no es nada seguro, el día en el que se dará a conocer el nombre del nuevo entrenador de la Roma, el tercero en apenas 12 jornadas de campeonato, el cuarto en 10 meses. Cosas que harían palidecer a los viejos, fogosos y comedores de entrenadores presidentes del pasado como Zamparini, Gaucci y Preziosi. Hicieron y deshicieron de manera exagerada, volcánica, pero siempre pusieron la cara, las palabras y estuvieron presentes. Los Friedkins, propietarios estadounidenses de Roma, por otro lado, son fríos, distantes, ausentes desde hace mucho tiempo. Sabemos la cantidad de dinero que se invierte en la Roma (alrededor de 900 millones de euros), pero no su voz. Les encanta sorprender, sobre todo en la elección de los entrenadores, como demuestra el sorpresivo anuncio de Mourinho, así como su despido. Lo mismo ocurre con el ir y venir de De Rossi. Nadie esperaba tampoco la llegada de Juric, mientras que su despido llegó demasiado tarde. Desde hace semanas en Roma se mencionan nombres de posibles candidatos, sin que nadie -incluidos los medios de comunicación- sepa realmente qué tienen en mente Dan y Ryan.

de rossi y juric

Los aficionados de la Roma más optimistas confían en el cálculo de probabilidades: después de una larga serie de decisiones equivocadas, acertarán. Mientras los pesimistas temen el proverbio “No hay dos sin tres”: después de haber cometido un error al despedir a De Rossi y llamar a Juric, ¿quieres ver eso… Es inútil repetir por enésima vez lo dañino y delirante que es fue despedir después de sólo 4 partidos a De Rossi, querido por la afición, apreciado por los jugadores, recién llegado de un contrato de tres años y responsable de parte de la campaña de fichajes (algunas llegadas no son obra suya). O qué equivocada fue la elección de Ivan Juric, patrocinado por su agente Riso, muy escuchado por la ex directora ejecutiva Lina Souloukou. La aventura del técnico croata se puede resumir en tres puntos: no deberían haberlo pillado, una vez que llegó había que apoyarlo y no dejarlo solo, deberían haberlo despedido antes. El entrenador heredó un equipo estupefacto, pero demostró ser insuficiente: lo condenaron los números, las elecciones cuestionables, las declaraciones embarazosas y las relaciones tensas con los jugadores.

(ARCHIVOS) El entrenador italiano de la Roma, Daniele De Rossi, reacciona durante el partido de fútbol de la Serie A italiana entre la AS Roma y la Lazio el 6 de abril de 2024 en el estadio olímpico de Roma. La AS Roma despide al entrenador Daniele De Rossi, anunció el club el 18 de septiembre de 2024. (Foto de Alberto PIZZOLI / AFP)

no solo el entrenador

Pero sólo las decisiones relativas a los técnicos fueron erróneas… En Roma, en pocos años, una quincena de directivos de todos los sectores del club fueron descuartizados, con el resultado de que, después de haber gastado tanto dinero, se encontraron con una club vacío. En Roma, a pesar de una victoria en la Conferencia, una final y una semifinal de la Europa League, no se ha construido nada duradero. No se ha trazado ningún camino, no se ha dado ninguna identidad, no se ha formado ninguna gestión sólida y creíble. Un club débil casi siempre significa un equipo débil, expuesto a demasiados vientos. Hoy lo que deprime más a la afición que la clasificación es la mala gestión del club. Lo que falta es un director general, un director del área deportiva, un director deportivo con más experiencia que el actual (Ghisolfi), un entrenador (y dejemos de lado las áreas comercial, marketing y comunicación). Esta pausa para las selecciones debe ayudar a los Friedkins (desaparecidos en Roma desde la destitución de De Rossi) a rehacer la Roma, quizás sin ostracismo hacia los profesionales italianos que conocen la Serie A. Y mejor aún si aman al club.

las calles

Se esperaba que los dueños ya tuvieran el nombre del nuevo entrenador en el bolsillo, pero no es así. Y es otro retraso incomprensible. Al más puro estilo americano, también se pidió ayuda a las empresas de investigación. Las posibilidades sobre la mesa:

1) Lo más sencillo y por ahora el más lejano: admitir el error y recordar a De Rossi. A todo el mundo le gustaría recuperarlo, pero evidentemente para algunos el sentido común es el menos común de los sentidos. Daniele volvería con ilusión, a pesar de todo, para ayudar a su Roma. Él ciertamente la ama.

2) Relanzamiento con un nombre importante (aunque no triunfante…) con un proyecto plurianual que garantiza estructura técnica, corporativa, inversiones y ambiciones. ¿Los nombres en la plaza? Mancini (quizás ya contactado), Allegri, Sarri. Supuestos costosos o difíciles.

3) Centrarse en aquellos que ya tienen experiencia internacional, pero también frescura, ambición, perspectiva, conocimiento del entorno y son apreciados por la afición, como el ganador del Scudetto Vincenzo Montella, entrenador de Turquía recién salido de una gran Eurocopa. Tiene un acuerdo de dos años con su selección pero puede liberarse.

4) Un técnico de ferry que conoce la plaza. Desde Rudi García (pero ¿estaría satisfecho con un contrato hasta junio?) hasta Claudio Ranieri.

5) Un nombre extranjero: Lampard, Potter, Terzic, Ten Hag… Es la elección más arriesgada. Depender hoy de quienes no conocen el equipo y nuestro fútbol podría resultar realmente un salto muy peligroso hacia la oscuridad.

Esta vez no hay sorpresa, sino tomar una decisión que pueda permitir a la Roma ascender en la clasificación, volver a ser un grupo, reagrupar el ambiente, ganar satisfacción en la Liga y en Europa. Podemos empezar de nuevo. Pero no debemos cometer más errores.





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