Irma ha vivido aquí durante más de cinco años y disfruta su tiempo con los vecinos. Ella ha decorado la vitrina todos los años desde que llegó al barrio. No sólo con unas cuantas velas, sino con animales, luces y casas caseras. “Hay espectadores casi todos los días”, dice. También esta noche los niños se maravillan ante la belleza que hay ante su ventana. No puedes enorgullecer más a Irma. “Puedo vivir con esto un año más, jaja”.