Se vende el bistro Tante Sweel en Zweeloo. Los actuales propietarios, Bas y Annemarie Buchner, han decidido cerrar a largo plazo el negocio de la restauración. “No porque ya no nos guste, sino que también nos estamos haciendo mayores”.
El negocio de restauración en la calle Hoofdstraat del pueblo se ofrece desde la semana pasada a través de una agencia inmobiliaria, afirma Bas Buchner. “Hasta donde yo sé, todavía no se ha presentado ningún candidato serio, pero eso no es gran cosa. No tenemos prisa por vender. Lo que nos parece especialmente importante es que este negocio de catering se mantenga en el futuro para el pueblo. Nos gustaría mucho. Estaremos felices si encontramos a alguien que quiera hacerse cargo de nuestro trabajo y nuestro concepto.”
El matrimonio Buchner empezó su andadura en Zweeloo en 2008. “En aquel momento nos hicimos cargo de una cafetería que ya existía en este lugar. Al principio mantuvimos esta cafetería, pero pronto decidimos convertir el negocio de catering en un bistró. Fue una oportunidad de oro, porque fue un éxito”.
Según él, la tía Sweel ha recibido muchos invitados habituales durante los últimos diecisiete años. “Intentamos hacer todo con mucha pasión, cambiamos el menú cuatro veces al año y prestamos especial atención a la cocina francesa, india y tailandesa. También organizamos regularmente noches temáticas, como por ejemplo una velada indonesia el próximo viernes. Al mismo tiempo, como restaurante somos accesibles y accesibles. Esto también hace que nuestro bistró sea popular en el pueblo”. El negocio también es conocido por especialidades como el salmón ahumado casero y los helados y terrinas caseros.
Buchner tiene ahora 57 años y este es el motivo por el que puso el negocio a la venta. “No tenemos hijos ni otros sucesores. Así que podemos esperar hasta tener más de sesenta años, pero preferimos tomarnos el tiempo para vender ahora, con la esperanza de poder transferir pronto a la tía Sweel de una buena manera”.
Buchner sabe que hace poco la noticia empezó a circular por el pueblo. “Los clientes piensan que es una lástima, pero también son comprensivos y positivos. En general, todos esperan que encontremos un buen sucesor que pueda mantener este hermoso concepto de restauración. Y, por supuesto, sería genial si un nuevo propietario también tuviera a sigue poniendo a disposición, por ejemplo, espacios de exposición para la asociación de artistas del pueblo. Pero, por supuesto, eso no es lo que hacemos.”
El negocio de catering en el Artists’ Village se ofrece ahora a través de Klaassen Vastgoedmakelaardij por un precio inicial de 950.000 euros. Buchner: “El nuevo propietario está obligado a hacerse cargo de los empleados que quieran seguir trabajando aquí, por lo que ningún puesto de trabajo está en peligro”. Además del Tante Sweel, en Zweeloo también se encuentra el restaurante De Aelderstroom, aunque según Buchner este restaurante se dirige a un público diferente. “En realidad no somos competidores, sino más bien colegas”.
Tante Sweel está ubicado en una antigua posada construida en 1861. El edificio fue inmortalizado por el pintor Vincent van Gogh durante su visita al pueblo.