BVB: El Dortmund amenaza con un desastre ante el RB Leipzig

Entrenador, equipo, director deportivo: todos en el BVB están sometidos a una presión brutal tras la eliminación de la copa. Ante el RB Leipzig el sábado existe peligro de catástrofe.

El ambiente en el Borussia Dortmund tras la eliminación de la copa en Wolfsburgo oscila entre el desamparo y la ira. El entrenador Nuri Şahin, triste, lucha visiblemente por encontrar las palabras tras la derrota por 0-1: “¿Qué puedo decir? Por supuesto que duele muchísimo”. Los fanáticos encontraron palabras drásticas en las redes sociales. “Estamos a finales de octubre y ya estoy harto del BVB 24/25”, se quejaban algunos. Otros recurrieron al sarcasmo: “Actualmente el BVB está aún más deprimido que yo”.

Hace tiempo que no resulta divertido, ni para nadie implicado en el club ni en el entorno. La derrota en la copa fue la quinta derrota consecutiva fuera de casa. El Borussia ha perdido los últimos tres partidos oficiales: en Madrid, Sahin se superó con sus sustituciones. En Augsburgo los profesionales dieron ejemplo de falta de mentalidad y voluntad. En Wolfsburgo también se planteó el problema de una plantilla plagada de numerosos fracasos, lo que plantea un gran interrogante sobre la política de fichajes.

Estos rendimientos y resultados por sí solos demuestran claramente que este otoño el BVB ya arde con fuerza en todos los rincones. El entrenador tiene que aceptar la acusación de que el equipo no ha evolucionado más desde que asumió el cargo en verano. Se ve poca estructura, la defensa suele ser extremadamente vulnerable y faltan ideas y amenaza de gol en la delantera. Además, Şahin cambia a menudo de personal y aún no ha encontrado un eje funcional en el campo.

No hay duda de que el joven entrenador (“tengo que soportar críticas legítimas”) tiene que encontrar soluciones. Nadie le niega un trabajo minucioso y mucha pasión. Y también es obvio que no todos los errores y problemas son responsabilidad suya. Sebastian Kehl es el principal responsable de que el equipo sea demasiado pequeño.

En verano, el director deportivo decidió contar con un número limitado de profesionales para evitar el descontento y aumentar la disponibilidad de jóvenes talentos. El resultado, tras toda una serie de ausencias por lesión, se vio en Wolfsburgo: aparte de Marcel Sabitzer, en el banquillo sólo había jugadores jóvenes, y un panorama similar se avecina el sábado contra Leipzig.

En Dortmund se habla desde hace tiempo no sólo de la cantidad, sino sobre todo de la calidad del equipo. Con sus actuaciones a veces apáticas y a veces pomadas, los profesionales siempre tienen que aguantar una cuestión de mentalidad. Si no presionas constantemente, evitas los duelos o sigues con indiferencia a tu oponente, ni siquiera la clase individual te ayudará.

Si se suman las declaraciones de supuestos dirigentes, surge un panorama preocupante. Además de Gregor Kobel, también llamó la atención el recién fichado Waldemar Anton, con un análisis cuestionable tras sus malas actuaciones. Después de la estrecha victoria en casa contra el St. Pauli, por ejemplo, certificó que él y sus compañeros habían rendido “muy, muy, muy, muy bien”. Si este es el tono que los mejores jugadores y directivos establecen en el vestuario, arroja una luz significativa sobre la cultura del rendimiento.

Por si esta situación no fuera lo suficientemente explosiva, ahora será el sábado contra el RB Leipzig. Precisamente el “club enlatado” odiado por los aficionados podría provocar un desastre en el Borussia, llevar al extremo el distanciamiento entre el equipo y los aficionados y provocar problemas duraderos al entrenador. Hay mucho en juego para el Leipzig: bajo la dirección del ex entrenador del BVB, Marco Rose, el RB acaba de establecer un nuevo récord del club con 20 puntos en los primeros ocho partidos de la temporada y está invicto en 19 partidos de la Bundesliga.



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