En opinión del consumidor, los costes de reparación del daño causado por accidente no eran razonables.
KIMMO HAAPALA
La pantalla de una computadora portátil Acer comprada por un consumidor en 2020 se rompió accidentalmente poco después de la compra.
Reparar el portátil en el servicio del vendedor habría costado 750 euros, lo que habría sido considerablemente más que los 499 euros del precio de compra del propio dispositivo.
Según el taller de servicio del vendedor, el precio se debe a que además de la pantalla, el mismo paquete de repuestos también incluye la tapa de la máquina y el paquete de bisagras, y el importe también incluye la obra.
Al consumidor le hubiera gustado comprar sólo la pantalla y sustituirla él mismo, pero la empresa no estuvo de acuerdo.
Según el consumidor, el repuesto tiene un precio deliberadamente alto para que nadie lo compre. Afirmó que de esta manera la empresa elude la obligación de disponer de repuestos. El consumidor afirma que en Internet se pueden adquirir repuestos similares por entre 100 y 200 euros.
El consumidor exigió al vendedor una reducción del 50 por ciento en el precio del ordenador adquirido, es decir, un reembolso de aproximadamente 250 euros.
El vendedor respondió que no se hace responsable de ninguna manera porque es un daño accidental. El cliente tampoco dijo qué le había sucedido a la computadora y, a pesar de las solicitudes, no aceptó publicar fotografías del daño. El vendedor dice que ha instado al cliente a ponerse en contacto con su propia compañía de seguros.
En su decisión, la Consumer Disputes Board estima que, basándose en el material presentado, hay piezas de repuesto disponibles para el dispositivo en cuestión, pero el trabajo de sustitución aumentará el precio.
– No se ha llegado a ningún acuerdo entre las partes sobre la venta e intercambio del repuesto. Como no se ha llegado a ningún acuerdo, tampoco es posible hacer que el precio sea razonable, anunció.
Sobre la decisión de la Junta de Disputas del Consumidor reportado anteriormente Ilta-Sanomat.