En un taller de Haarlem, donde se reparan muchos coches alemanes, también se observa un aumento en el robo de piezas de automóvil. “Es como un enjambre. Empezaron en Amsterdam, luego en Bloemendaal, Overveen, Aerdenhout y Heemstede. Según he oído, también están activos en Hoofddorp”, dice un empleado del taller. “Si la policía se vuelve más vigilante, simplemente se trasladará a otro lugar”.
‘Polvo en los espejos utilizado para la producción de drogas duras’
En las últimas semanas ha instalado doce veces espejos retrovisores nuevos en los coches. “Los espejos en sí no son tan especiales. Pero escuché que pueden usar la sustancia que contienen, el electrolito, para la producción de drogas duras. La sustancia que hace que los espejos se decoloren cuando un vehículo detrás de usted ilumina sus luces”.
Se da cuenta de que a los ladrones les interesan principalmente las marcas alemanas. “A veces sacan todo el equipamiento del coche y lo venden en la plaza del mercado. Las penas en los Países Bajos son demasiado indulgentes. Al cabo de unos días están de nuevo en la calle y continúan como de costumbre, a la espera del juicio”.
Los ladrones no sólo atacan a los propietarios de los coches, sino también a los talleres, opina el empleado. “Lo que creo que es una pena es que la fiabilidad de esos coches se está deteriorando. La gente preferiría comprar otro si supiera que esto está pasando”.
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