Y cuando llegó el momento de decidir si darían el último paso y caminar hacia el altar, Ramsés sorprendió a Marissa diciéndole que no quería casarse. Esta escena fue extremadamente emotiva de ver, porque había angustia escrita en todo el rostro de Marissa. A pesar de haberse ofrecido a intentar arreglar las cosas, no pudieron llegar a un acuerdo.