Respons aconseja que el organizador del festival de carreras, Zandvoort Beyond, y los empresarios de la restauración deberían apoyar el cierre de la calle Haltestraat y luego “asumir los costes”, según el informe.
“Ya es un fin de semana caro”
Ron está menos entusiasmado con esto último. “El fin de semana ya nos cuesta mucho dinero. Sólo poder instalar un grifo exterior nos cuesta 1.500 euros”. La multa por vender alcohol a menores es aproximadamente la misma.
El municipio de Zandvoort también envió invitados misteriosos a Zandvoort en julio. Luego hubo una “puntuación del cien por ciento”. En otras palabras, los seis establecimientos de restauración examinados, desde el pabellón hasta el pub, tenían la culpa. Por lo tanto, los empresarios de Haltestraat podrían haber sabido que los controles llegarían en agosto, como había dicho anteriormente el alcalde.
Ron impugna su multa y pronto se reunirá con el municipio para hablar sobre la situación de la Fórmula 1.