Tres millones de trabajadores ilegales. No es poca cosa, el 12,5% del total de trabajadores regulares. Podemos consolarnos con la noticia de que los datos son estables.
El informe de Istat sobre la llamada economía no observada es siempre una sorpresa y retrata un país que cada vez creemos haberlo archivado y, en cambio, cada vez vuelve a presentar sus características.
La economía sumergida total vale 200 mil millones y ha crecido un 9,6%. La parte ligada a la ilegalidad ronda los 20 mil millones y también se mantiene estable.
Los datos se refieren al año 2022. Este tipo de estadísticas siempre llegan con dos años de retraso.
Una novedad es que la economía sumergida está aumentando entre los profesionales y actualmente representa el 30,5% del valor añadido de todo el sector.