El sector de la ropa de segunda mano aporta miles de millones al producto interno bruto de Europa y crea cientos de miles de empleos en Europa y África. Así lo demuestra un nuevo informe de Oxford Economics titulado “El impacto socioeconómico de la ropa de segunda mano en África y la UE27”.
El informe, encargado por las organizaciones no gubernamentales Humana People to People y Sympany+, muestra que se estima que el sector habrá aportado 7.000 millones de euros al PIB de la Unión Europea y el Reino Unido (UE27+) hasta 2023, de los cuales 3.000 millones provino directamente del propio sector. Sólo en Alemania y el Reino Unido, la industria habría aportado 670 millones de euros y 420 millones de euros respectivamente al producto interior bruto (PIB).
Con el estudio, las ONG quieren llamar la atención sobre la importancia del sector de la ropa usada antes de la entrada en vigor prevista de la Directiva marco de la UE sobre residuos. Esperan que las conversaciones que están a punto de comenzar a nivel de la UE garanticen la seguridad lo antes posible antes de que comience la recogida selectiva obligatoria en Europa.
Más de 100.000 empleos de segunda mano
Se estima que el sector creará 150.000 puestos de trabajo en la UE27+, de los cuales 110.000 puestos de trabajo están directamente en la industria. Estos empleos ofrecen oportunidades para personas con poca educación formal. Es de destacar que el 70 por ciento de la fuerza laboral son mujeres y que se están creando muchos puestos de trabajo en países de bajos ingresos como Bulgaria, Rumania y Polonia.
Karina Bolin, directora de Textiles Circulares de Humana People to People, habla sobre el enorme potencial del sector de la ropa usada para impulsar el crecimiento económico sostenible y crear empleos verdes en todos los continentes: “Ahora más que nunca es importante que los responsables políticos reconozcan el valor de esta industria y brindar el apoyo legal y la inversión necesarios para alcanzar su máximo potencial como facilitador clave en la construcción de una economía circular más resiliente que beneficie tanto a las personas como al planeta”.
Actualmente, la industria de la moda tiene dificultades para avanzar hacia una economía circular. La industria de la ropa usada se enfrenta cada vez más a cantidades cada vez mayores de ropa que ya no pueden revenderse en el mercado de segunda mano. Además, hay problemas de ventas en Europa del Este y otros países, lo que está ejerciendo presión sobre los recicladores textiles como Soex, que tuvo que declararse en quiebra a principios de semana.
Esta publicación fue creada con la ayuda de Susan Zijp.