“Claridad en la Moda”: La legislación sobre sostenibilidad como oportunidad


El evento “Clarity in Fashion” en el Centro Cultural Felix Meritis en Keizersgracht en Amsterdam reunió a empresarios y empresas de la industria de la moda holandesa el 3 de octubre. La pregunta central de esta tarde fue: ¿Las actuales regulaciones y leyes de la UE sobre sostenibilidad obstaculizan la innovación en la industria textil y de la moda?

El moderador destacó que Felix Meritis fue en su día (en 1788) un lugar de encuentro independiente para comerciantes e intelectuales donde discutir los temas más locos. Algunas cosas nunca cambian.

Pero muchas cosas están cambiando en la industria de la moda a medida que se enfrenta a las regulaciones de la UE. Esta tarde en Felix Meritis se trataba de gestionar este cambio. En menos de cuatro horas, se introdujo la Responsabilidad Extendida del Productor (EPR), presentando datos y reportes bajo la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD). Obliga a las empresas a informar detalladamente cómo sus productos afectan a las personas y al medio ambiente.

También estuvo en la agenda el Pasaporte Digital de Producto (DPP), que informa en detalle sobre el impacto de los productos en las personas y el medio ambiente durante su ciclo de vida en el mercado europeo, así como el Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles (ESPR). Aunque entró en vigor el 18 de julio de 2024, según un comunicado, las empresas tienen hasta finales de 2025 (es decir, más de 18 meses) para cumplir con la nueva normativa. También hay una serie de directivas de la UE cuyo objetivo es lograr que la Unión Europea sea climáticamente neutra para 2050. En resumen: los empresarios se ven obligados a ser expertos en sostenibilidad del producto que comercializan.

¿Pero qué pasa si simplemente no lo eres? Si bien los participantes enfatizaron que se necesitan regulaciones más estrictas para promover un cambio sostenible, algunos señalaron que estas regulaciones obstaculizan gravemente a los empresarios a la hora de implementar ideas creativas. Por ejemplo, el requisito de que se incluya toda la información sobre cada producto que se comercializa. Sin embargo, todos coincidieron en una cosa: la complejidad de la legislación sobre sostenibilidad es algo que nadie puede gestionar solo.

Para muchos empresarios de la moda, esto puede parecer una pesada carga administrativa. Pero ese no tiene por qué ser el caso. Para quienes ven estas regulaciones como una oportunidad de trabajar con personas que entienden la sostenibilidad, las leyes en realidad brindan oportunidades para la innovación.

Innovación a través de la colaboración

Una mesa redonda con directores ejecutivos de marcas como Fabienne Chapot y Marlies Dekkers destacó la necesidad de colaboración. Fabienne Chapot, por ejemplo, dijo que lamentaba haber despedido a un experto en sostenibilidad después de obtener la certificación B Corp porque no sabía cuánto conocimiento implicaba. «Puedes hacer algo así [Nachhaltigkeit] no repartidos entre varios equipos”, dijo. Así como con la llegada de innovaciones como las redes sociales surgen nuevos roles, como administradores de redes sociales y expertos en datos, también es necesario invertir en expertos en sostenibilidad.

Y estos expertos seguramente existen en los Países Bajos. Por ejemplo, la organización Modint, que conoce bien la legislación. Un representante de la organización finalizó su presentación con la invitación: “Pregúntanos lo que quieras”. No pretender saberlo todo, sino fomentar la colaboración.

También estuvo presente la empresa de software de Ámsterdam Tex.tracer. Ayuda a otras empresas a capturar todos los detalles de su cadena de producción para que estén mejor preparadas para los desafíos de la nueva legislación. La convocatoria de colaboración contó con la presentación de la agencia creativa Rainbow Collection. Se centra en los informes de sostenibilidad y considera que la colaboración es crucial para ver las propuestas legislativas como una oportunidad.

De las preocupaciones a las oportunidades

Una de las principales preocupaciones en la industria de la moda es el aumento del greenwashing y el “green silenciamiento”. El lavado verde es el fenómeno mediante el cual las empresas hacen que sus productos parezcan más sostenibles de lo que realmente son. Al mismo tiempo, el “silenciamiento ecológico” significa que las empresas optan por guardar silencio sobre sus iniciativas sustentables por temor a perder clientes establecidos o ser acusadas de lavado verde. Ambas tendencias son temas que preocupan a los expertos presentes.

Janneke van der Meij, de la empresa de ropa interior Ten Cate, compartió algo que hizo reír a los oyentes: cuando se utilizó el término «reciclado» en las comunicaciones de sostenibilidad de la marca, los clientes pensaron que se refería a productos elaborados con ropa interior usada. La comunicación sobre sostenibilidad debe ser hábil.

Si las normas de sostenibilidad para las empresas de moda ya son difíciles de gestionar dentro de la UE, se vuelven aún más complicadas fuera de la UE. Cada región tiene sus propias leyes, lo que crea desafíos adicionales para las empresas de moda. Chapot informó que querían que una empresa manufacturera confiable produjera pequeñas cantidades de ropa en Bali, pero lo rechazaron debido a la falta de una certificación adecuada de la UE y luego cambiaron a proveedores que ofrecen textiles en mayores cantidades. Los requisitos regulatorios ciertamente no facilitan la vida empresarial.

Además, la legislación no necesariamente hace que la economía sea más humana. Jaap Rijnsdorp, de Schijvens Corporate Fashion, señala que a veces las regulaciones no benefician a grupos vulnerables como las mujeres y los niños. Cuando se descubre trabajo infantil, las marcas dejan de trabajar con el proveedor en cuestión, pero la ley no tiene en cuenta lo que les sucede a los niños, por lo que su situación muchas veces permanece sin cambios.

¿Cuándo deberías empezar a colaborar? El tiempo ha llegado

El mensaje es claro: no pedir ayuda es lo peor que se puede hacer en este mundo que cambia rápidamente. Si no sabes algo, seguro que habrá alguien que podría saberlo. Empresas como Casestudy, que ayuda a las empresas a desarrollar envases sostenibles, o Rainbow Collection, que les ayuda a recopilar datos y comunicar información sobre sostenibilidad, están aquí para ayudar.

La innovación, la producción de nuevos productos o el desarrollo de ideas que cumplan con las normas legales y realmente hagan el mundo más hermoso: nadie puede hacerlo solo. Por no hablar de los problemas que la UE quiere resolver, como la contaminación, las violaciones de los derechos humanos y el elevado consumo de agua (por ejemplo, según Modint, se necesitan 8.000 litros de agua para fabricar un par de vaqueros). La colaboración es un buen comienzo. Y puede suceder hoy.

El mensaje es claro: no pedir ayuda es lo peor que se puede hacer en este mundo que cambia rápidamente. Imagen: FashionUnited

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Este artículo apareció originalmente en FashionUnited.nl. Traducido y editado por Simone Preuss.



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