En Oudenburg, una vendedora de panadería se llevó anoche el susto de su vida. Un desconocido entró en la tienda, pidió un panecillo de azúcar y sacó un cuchillo. Un poco más tarde tuvo que marcharse sin ningún botín, debido al sistema de caja registradora digital. La vendedora estaba en shock. La policía localiza al perpetrador.